Originario de Ciudad de México José Emilio Pacheco (1939), ganador del Premio Cervantes, es prosista y traductor, con una obra poética incluida desde los años 50 entre las principales antologías latinoamericanas por su enfoque universal.

Pacheco se considera a sí mismo "un observador consternado, que opta por la cobardía ante los acontecimientos en su país y en el mundo", como señaló en junio de este año al ser homenajeado en su 70 cumpleaños.

El autor mexicano afirma que escribir poesía "es una forma de resistencia contra la barbarie" misma que encuentra a diario en una Ciudad de México que es un lugar inhóspito, la perfecta desconocida, como recoge el título "A la extranjera" de su poemario "La edad de las tinieblas" (2009).

"Nací en un lugar que se llamaba como éste y ocupaba su espacio. Ahora también en mi suelo natal soy extranjero en tierra extraña. Ya no conozco a nadie ni reconozco nada", asegura.

Miembro del Colegio Nacional mexicano desde 1986 y, desde 1994 creador emérito del Sistema Nacional de Creadores Artísticos (SNCA), ha sido director y editor de colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales.

Ha editado "La antología del Modernismo" y obras de autores como Federico Gamboa y Salvador Novo.

Entre sus traducciones destacan "Cómo es" (Samuel Beckett), "De profundis" (Oscar Wilde), "Un tranvía llamado deseo" (Tennesse Williams), "Cuatro cuartetos" (T.S. Eliot) o "Vidas imaginarias" (Marcel Schwob).

También ha ejercido la docencia en Universidades de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, y ha sido investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH Quintana Roo).

En 2006 fue homenajeado durante los Encuentros de Poetas Iberoamericanos (Salamanca) y de Poetas del Mundo Latino (México).

Entre los importantes galardones que ha obtenido hasta hoy destaca el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009, entregado el mes pasado en Madrid.

"Hay tantos poetas dignos de ese y otros premios, y sin desdeñar el mérito siempre hay un elemento de suerte y de generosidad del jurado", afirmó tras conocer la decisión del jurado en mayo pasado.

Con motivo de la entrega de este premio, de manos de la Reina Sofía de España, dijo que se consideraba "un pesimista, al tiempo que vitalista", preocupado por la condición humana, que luego vuelca en su poesía, sus narraciones y sus ensayos.

"Escribo sobre lo que veo -argumentó- y lo que veo no es para sentirse optimista. Ahora hay un nuevo matiz que no existía antes, una crueldad nueva", aseguró.

Al respecto se refirió a la violencia que se vive en México, que se ha recrudecido en los últimos años en una guerra que ya no respeta normas ni a las familias de los actores de la misma.

"Ahora aparecen los niños quemados vivos o un hombre decapitado al que le sacan los ojos, es monstruoso. Es de una impotencia terrible, yo creo que no soy pesimista, que con los seres humanos me quedé corto", dijo al respecto.

Aparte del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009), otros galardones que ha recibido son el Premio Nacional de Periodismo Literario (1980); Premio Nacional a la trayectoria ensayística Malcolm Lowry (1991); Premio Nacional de Lingüística y Literatura (1992); el Iberoamericano de Letras José Donoso (2001); Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo (2003).

También se hizo acreedor en 2005 al Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca (2005) y este año, a la Medalla de Bellas Artes de Ciudad de México.