En una entrevista con Efe, Aizpiri, que durante doce años ha trabajado entre la gestión pública y privada, fue secretario general de Prevención de la Contaminación y el Cambio climático, cuando era ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, y ahora es director de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Corporativa de Repsol, dice que tenía ganas de meterse en este tema para "evitar la sobredosis de realidad" que le circunda.

"No existe un crisol del mundo antiguo tan apasionante" como el período histórico que analizo en esta novela", dice el autor para añadir que este proyecto surgió por la necesidad que tenía de poder dar rienda suelta a la imaginación.

La obra, editada por Imágica, es el resultado de seis años de trabajo, y ha significado, según él mismo dice, un proceso largo porque ha tenido que construirlo mientras se dedicaba a su profesión, pero como el resultado ha sido muy satisfactorio, el autor ya ha empezado a desarrollar un segundo proyecto, ambientado en el mismo escenario.

El libro persigue la huella del legendario reino de Tartessos, y entrelaza en un fresco histórico "aquel tiempo en que las serranías del interior de la Península Ibérica se convirtieron de pronto en el escenario decisivo de la lucha por el poder en el mundo antiguo".

"He quedado fascinado con la época en la que transcurre 'El heredero de Tartessos'. Se trata de un escenario privilegiado para una novela porque se sitúa cuando España irrumpe en la historia del mundo antiguo", explica.

"Es una época de la que se conoce lo suficiente como para poder presentar un mundo verosímil pero con suficientes incógnitas como para dar rienda suelta a la imaginación", precisa el autor.

Para el nuevo proyecto, inspirado en los pueblos y algunos de los personajes de su primera novela, Aizpiri promete un "carácter diferente", aunque asegura estar "muy pendiente de las opiniones de los lectores para ver qué esperan ellos antes de definir el nuevo proyecto".

La obra "El heredero de Tartessos", que a Azipiri le "encantaría" ver en el cine", representa "un trabajo de ficción con base histórica", un proyecto que para el autor puede convertirse en "audaz sin ser temerario ni inverosímil".