Con una cita implacable: "La ética es la estética del comportamiento", de Jorge Wagensberg, Fernando Megías enhebra el hilo a la aguja. El pespunte lo remata con Cioran: "...pero los incrédulos morimos con nuestros decorados y demasiado cansados par dejarnos engañar por las pompas prometidas a nuestros cadáveres". Entramos en el territorio Algo en lugar de nada, el libro blanco que el artista Megías presentó recientemente, al mismo tiempo que expone su instalación y un vídeo en la galería de Xavier Fiol.

Para un artista que se define a sí mismo "muy cercano" a la poesía visual, no es extraño que se sirva de los vocablos "con sentido plástico" para expresar "mis reflexiones sobre lo que me rodea". De ninguna manera se puede interpretar que el verbo se significa por encima de su materia prima, las imágenes. "No es nada explicativo. Para mí escribir es un hecho más como el pintar, dibujar, sólo que hay asuntos que se han de decir con palabras, por eso yo busco las que tienen un sentido más plástico".

Si su anterior Modos de ver se fundía con el negro, este nuevo libro de Megías camufla su título, Algo en lugar de nada en blanco. Dividido en cuatro partes, incluye imágenes de sus últimas exposiciones, los ´alter ego´, en los que Megías es camaleón, las fotografías de la serie Seres anónimos, los apuntes al Malestar general y concluye con Preguntas sin respuesta.