Las obras que conforman esta exposición, algunas de ellas realizadas en colaboración con Andy Warhol y Francesco Clemente, han sido cedidas para la ocasión por colecciones de Barcelona, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Suiza y Estados Unidos.

La Fundación Marcelino Botín asegura en un comunicado que esta muestra incluye un conjunto de obras centradas particularmente en la visión fragmentada del cuerpo humano que tenía el artista.

Basquiat pintó a lo largo de su carrera temas que afirmaban el carácter precario de la experiencia urbana: cuerpos esqueléticos, figuras negras y una imaginería enraizada en el paisaje de su juventud (coche, aviones, rascacielos, policías, juegos infantiles, dibujos animados, cómic y graffiti).

Las obras que expondrá la Fundación Marcelino Botín, resalta el comisario de la exposición, Olivier Berggruen, muestran la "visión de la personalidad humana como algo fracturado y fragmentado" que tenía el artista neoyorquino, como consecuencia de un accidente que sufrió con siete años y de su estudio del manual "Anatomía de Gray".

Jean Michel Basquiat creció en un entorno familiar desgarrado, abandonó pronto la escuela y en 1977, con 17 años, se introdujo en el mundo del graffiti, pintando en los vagones del metro y en varias zonas del barrio del Soho.

Su primera exposición tuvo lugar en 1980, en un almacén abandonado de Nueva York. Sus obras fueron pronto valoradas por los coleccionistas, pero su reconocimiento fue aún mayor cuando trabajó con Andy Warhol, entre 1983 y 1984.

En 1988, el "niño salvaje" que firmaba sus obras con las siglas SAMO (de "shame old shit", la misma vieja mierda, en castellano) murió a los 27 años de una sobredosis de heroína