Le abrumaron los peajes que le imponían los centros de arte, y le pareció excesivamente pasiva la galería virtual que intentó crear. Con esas dos frustraciones por gametos, el mallorquín Raúl Solá concibió Pintacom, "una red social dedicada al arte en la que todos los usuarios pueden exponer gratuitamente y en la que tienen su propio blog, lo que posibilita que expliquen sus obras, o incluso que hagan una encuesta sobre sus mejores cuadros para traer a una exposición, por ejemplo", explica el progenitor de un proyecto totalmente gratuito para los usuarios que echó a rodar en octubre de 2006.

En sus cerca de dos años de vida, la llamada red vertical ha conseguido una media de 27.000 visitas mensuales y cuenta con más de mil usuarios registrados, entre "pintores, escultores, fotógrafos, galerías y simples usuarios a los que les gusta el arte". Muchos de la isla, al principio, aunque cada vez se diluyen más en el total. "Hay muchos artistas italianos y argentinos, y también gente de Madrid y Barcelona", detalla Solá, entusiasta de una web con la que se propone "fomentar el arte, y que todo el mundo tenga oportunidades, no sólo los consagrados". Con ella se demuestra que, pese a lo que los cánones y las redes de intercambio de archivos pudieran hacer pensar, internet y la cultura no tienen por qué estar enfrentados.

"Las nuevas tecnologías son fundamentales para el arte; y Pintacom es la mejor manera de que te conozcan y de hacer el currículo que te exigen las galerías", cada vez menos reticentes con la propuesta, basada en la idea de que la unión hace la fuerza.

"Si cada artista crea una web propia, van a tener muy pocas visitas, mientras que nuestro portal está muy bien posicionado en internet", argumenta Solá. Además de los blogs de los usuarios, que se afanan en ser activos para aparecer en la página principal, el portal cuenta también con noticias destacadas, convocatorias de concursos, artículos propios y propuestas de sitios a los que ir.

Entre los géneros y las formas, la disparidad es total. "Aquí hay de todo, desde gente muy novel que hace cuadros con arena hasta un minusválido que dibuja a lápiz sin borrar". Desde el graffiti hasta el arte digital. De las creaciones abstractas a las figurativas, en una expresión virtual de creatividad que sólo cuando cruce la barrera de los 300.000 visitantes mensuales podrá dejar de existir por amor al arte.