El traumatólogo Pedro Guillén asegura que las células son una «oportunidad terapéutica y un medicamento» y que el reto de la investigación médica es «quitar del gen las cicatrices que ha ido poniendo la vida para limpiarlo y devolverlo al estado inicial».

El especialista, quien hizo estas declaraciones durante la inauguración de la tercera clínica Cemtro de Madrid,  se muestra convencido de la posibilidad de alcanzar los 120 años de vida para la población más joven.

También de que enfermedades como el cáncer llegarán a ser crónicas y se convertirán en un futuro cercano en patologías como la tuberculosis, sin incidencia en países desarrollados pero que causó estragos por su mortandad a principios del siglo XX.

«Aquí nadie regala décadas de vida a nadie, pero cuando se corten dos o tres líneas graves para la salud estaremos hablando de vivir hasta los 120 años», añadió uno de los más reputados traumatólogos españoles, protagonista de la introducción de la artroscopia en el país en 1977.

Puso énfasis en que no se trata de modificar los genes, sino de «limpiarlos» de las «debilidades» que han introducido en ellos los hábitos de vida, y destacó los beneficios que tendrá para el tratamiento de la obesidad, por ejemplo, «la aceleración de las células encargadas del desgaste de energía». La obesidad es consecuencia de unos hábitos de vida poco saludables. 

Medicamento eficaz

«La célula es un medicamento para el hombre», aseguró el especialista. En su intervención insistió en que «un país que no investiga se empobrece y una sociedad que no innova, también» y ha considerado que la pandemia del coronavirus ha evidenciado que falta investigación.