Más azúcar, más alcohol, más comidas fuera de casa… En definitiva, unos hábitos menos saludables. Esta habrá sido la tónica general de muchas personas durante estas vacaciones. 

Pero ha llegado la hora de volver a las rutinas y recuperar poco a poco las buenas costumbres alimenticias. O, si no las teníamos ya, empezar a cuidar nuestro aparato digestivo. 

Para ponerlo un poco más fácil, los especialistas de Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), recuerdan las principales recomendaciones de nutrición para mantener saludable el sistema digestivo. 

Decálogo de la buena salud digestiva

1. Lo primero, como siempre es recuperar y/o aumentar el consumo de verduras y frutas. De acompañamiento, entre horas… Son muchas las opciones para ir aumentando la presencia de estos alimentos en nuestros platos, hasta hacerlo diariamente. 

Además de frutas y verduras, comer cereales integrales resulta esencial por su alto contenido en fibra. No hay que olvidar las legumbres y los frutos secos, que debemos comer al menos 2 veces por semana. Este tipo de alimentos también contienen fibra alimenticia. 

Seguir una alimentación saludable es el primer paso para recuperar y mantener saludable el sistema digestivo.

2. La segunda recomendación es la ingesta de leches fermentadas con Bífidus. Este tipo de productos “han demostrado que ayudan a regular el tránsito intestinal y a reducir la sensación de hinchazón”, explican desde la FEAD.

3. Hidratación. Lo más probable es que este verano hayamos bebido más bebidas refrescantes o alcohol. Es hora de dejarlas a un lado, y centrarnos en tomar agua diariamente. 

También son válidas las infusiones y, de cara al otoño, los caldos suaves también pueden ser una buena opción para hidratarse. 

4. Otro clásico veraniego son los fritos. Así que es el momento de volver a buscar distintas formas de cocinar. Nuestra digestión se verá mejorada si a la hora de preparar la comida optamos por el vapor, el horno o el papillote. 

A esto, la FEAD añade que cuando cocinemos evitemos “grasas, salsas y picantes. Recuerde el mejor aceite para cocinar y aliñar es el aceite de oliva”.

5. El cambio de las rutinas alimenticias puede que nos haga sentirnos hinchados. Por eso, los expertos en digestivo recomiendan moderar el consumo de “alimentos flatulentos como coles de Bruselas, habas, alubias, repollo, apio, cebolla, brócoli, alcachofa, alimentos con sorbitol como los chicles, etc.”

6. Y se acabaron los dulces a todas horas. Hay que limitar su consumo. También hay que hacerlo con alimentos grasos como la mantequilla o los embutidos, “y los alimentos o sustancias irritantes como el café, los picantes, tabaco, etc.”. 

7. Otro aspecto muy habitual en verano y que ayuda poco a la salud digestiva son los horarios veraniegos. Desayunar, comer y cenar a deshora… Así que, hay que volver a horarios regulares en las comidas. Lo mejor, comer cinco veces al día, las tres comidas principales, el almuerzo a media mañana y la merienda. 

De esta forma, “evitaremos comidas copiosas y pesadas, de difícil digestión”, detallan los expertos. 

Es importante recuperar los hábitos alimenticios perdidos en verano.

8. La actividad intestinal también se ha podido ver alterada este verano por el cambio de hábitos durante las vacaciones. Para retomarla, desde la FEAD recomiendan “ir al W.C siempre a la misma hora, sin prisas, y en un ambiente relajado con tranquilidad e intimidad”.

9. En relación con el punto anterior, si hay problemas para evacuar, los especialistas recomiendan evitar el uso inadecuado de laxantes. Siempre se debe consultar a un profesional sanitario antes de usar este tipo de productos. 

10. Y, finalmente, moverse. La práctica de cualquier deporte o actividad física de forma diaria “es fundamental para mantener un peso saludable, para mejorar las digestiones pesadas y para regular el tiempo de tránsito intestinal”. 

11. Además, en el plano psicológico, estar activo mejora la estrés, causante en muchas ocasiones de trastornos y molestias digestivas.