El paso del tiempo (y con él la aparición de arrugas, flacidez o manchas) es un proceso natural e inevitable. A medida que cumplimos años, la renovación celular se vuelve más lenta a la vez que disminuye la producción de lípidos, de colágeno y de elastina, con lo que la estructura de la piel se resiente y propicia la aparición de arrugas, la pérdida de elasticidad, luminosidad y firmeza características del envejecimiento cutáneo.

Aunque factores como la edad y la genética son inevitables, hay otros elementos externos (como la exposición al sol, la contaminación, la alimentación y hábitos tóxicos como el tabaco) que provocan un exceso en la producción de radicales libres y contribuyen en buena medida al envejecimiento precoz de la piel. En circunstancias normales, los radicales libres son neutralizados por los antioxidantes del propio organismo, pero cuando se rompe este equilibrio se produce una situación de “estrés oxidativo”, causante de la aparición prematura de los signos de la edad.

Por su elevado poder antioxidante que contribuye a combatir los radicales libres, la vitamina C se lleva toda la fama en lo que respecta a la piel y a ralentizar el proceso de envejecimiento. Sin embargo, hay otras vitaminas que también son esenciales para esas funciones, como las vitaminas del complejo B. Se trata de un grupo de 8 vitaminas conocidas como las “vitaminas de la belleza” porque contribuyen a la regeneración celular y fortalecen la barrera cutánea, lo que ayuda a mantener una piel sana, más joven y bonita. Cuando las vitaminas de este grupo escasean, ese déficit se hace notar en forma de irritaciones, enrojecimiento, dermatitis, acné, manchas… Entre todas ellas hay dos que cumplen una misión esencial para el buen estado de piel, pelo y uñas y cuyo aporte diario no debe pasarse por alto.

Vitamina B3 o niacina

Debido a su bajo peso molecular, esta vitamina se absorbe fácilmente por lo que es capaz de actuar en las capas más profundas de la piel. Desde ahí, estimula la microcirculación en la dermis, evitando la perdida de agua y ayudando por tanto a mantener la piel hidratada y a mejorar la función protectora de la piel. Además participa en la síntesis de la queratina, el colágeno y la elastina y contribuye a la producción de los lípidos en epidermis.

En resumen, su acción mejora el volumen de la piel y el aspecto de las arrugas, aumenta la elasticidad, previene la flacidez y, como además es despigmentante, ayuda también a difuminar las manchas de la edad.

*Un plus: más allá de su eficacia antienvejecimiento, también es especialmente beneficiosa para problemas cutáneos como acné, rosácea y pieles secas o sensibles.

*Alimentos ricos en niacina: la podemos encontrar en los cacahuetes, vísceras, carnes de pollo, cordero y cerdo, pescados como atún, bonito y salmón, aguacates, patatas…

Vitamina B7 o biotina 

Esta vitamina, conocida también como Vitamina H, B8 o coenzima R, cumple funciones vitales en el organismo que van más allá del aspecto de la piel, ya que participa en la extracción de la energía de los nutrientes a través de la síntesis de carbohidratos, proteínas, grasas y aminoácidos que son, además, imprescindibles para la formación de queratina, una de las estructuras proteínicas de la piel. Previene la irritación, sequedad y agrietamiento de la piel manteniéndola sana y evitando la aparición de las arrugas.

La biotina estimula también la acción de algunas enzimas esenciales en los procesos de duplicación celular, por lo que estimula la regeneración de los tejidos, la piel y el cabello.

*Un plus: además de sus beneficios para la piel, la biotina fortalece las uñas, previene la caída del cabello y le aporta brillo, volumen y vitalidad.

* Alimentos ricos en biotina: leche, espinacas, aguacate, fresas, semillas, frutos secos, hígado, yema de huevo...

Repara d’Or, el complemento ideal

La manera de proporcionarle al organismo las cantidades necesarias de estas vitaminas es a través de los alimentos. Una vez ingeridos, el intestino las absorbe y las transporta a los órganos y tejidos a través del sistema circulatorio, pero al ser (como todas las del grupo B) vitaminas hidrosolubles, el cuerpo no tiene la capacidad de almacenar el excedente, sino que lo elimina a través de la orina. Por eso es especialmente importante asegurar el debido aporte diario y una manera fácil de hacerlo es incluir en nuestros hábitos diarios una botellita de Repara d´Or. El novedoso tratamiento de Vichy d’Or se convierte en un gran aliado ya que contiene un auténtico cóctel de vitaminas y minerales: niacina, biotina, Vitamina A, Vitamina C y zinc.

Repara d´Or Tratamiento reparador de la piel es una de las bebidas funcionales de Vichy generada a partir de la combinación de la calidad del agua Vichy Catalan

Repara d´Or Tratamiento reparador de la piel es una de las bebidas funcionales de Vichy (puedes encontrarlas todas aquí) generada a partir de la combinación de la calidad del agua Vichy Catalan y de la pureza del agua Font d’Or, junto con ácido hialurónico, colágeno hidrolizado (para asegurar que penetre y llegue a la dermis) y extracto de aloe vera.

Todos estos componentes actúan desde el interior restaurando y fortaleciendo la estructura de la dermis que por el paso del tiempo se va deteriorando provocando la aparición de arrugas y líneas de expresión. Bebiendo un botellín de 200ml de Repara d’Or al día se logra rellenar la red de la dermis, la piel recupera su turgencia y firmeza, consiguiendo una mejor tonalidad y luminosidad y que las arrugas pierden profundidad y longitud. Además, Repara d´Or  tiene un sabor a mango-melocotón muy veraniego que lo hacen realmente apetecible.

Y todo ello listo para tomar y contenido en una botellita de formato cómodo y fácil de llevar. Su formato resistente y con tapón de rosca nos permite llevarlo a cualquier parte, sin necesidad de consumir el botellín en una sola toma, sino que se puede ir bebiendo durante el día en cualquier momento y lugar.

Para más información sobre sus propiedades y beneficios, consulta la web de la gama Vichy d’Or