Si levantarte de la cama por la mañana te supone siempre un gran esfuerzo, quizá debas considerar si las horas que dedicas al descanso son las adecuadas o si tu sueño es de calidad.

Pero si eres de los que duermes bien durante las horas necesarias y levantarte por las mañanas te supone un esfuerzo considerable, quizás debas poner en práctica uno (o varios) de los siguientes trucos:

No te pongas las zapatillas de inmediato

Si quieres espabilarte con rapidez, camina descalzo tras levantarte. Reducir la temperatura de los pies es una medida muy efectiva para espabilarse.

Deja la persiana semiabierta

No cierres la persiana a cal y canto. Deja un pequeño espacio para que la luz del día se filtre. La luz del día ayuda a controlar, de forma natural, la producción de melatonina y activa rápidamente tu organismo.

Dúchate nada más levantarte

Date una ducha corta de 5 minutos y comprobarás que, al terminar, te has espabilado considerablemente. Puede que te cueste un poco los primeros días, pero una vez que te acostumbres esta rutina se convertirá en algo imprescindible.

Y si no te apetece ducharte nada más levantarte, un truco alternativo es remojarte la cara con agua bien fría. Esta medida es complementaria a la de andar descalzo.

Dos alarmas en vez de una

Esto puede parecer una tontería, pero no lo es: programa dos alarmas con 20 minutos de diferencia. La primera a un nivel sonoro suave y la segunda a un nivel más alto.

Según el profesor Seiji Nishino, del departamento de psiquiatría de la Universidad de Stanford, de esta forma se pasa de la fase de sueño REM a una fase de sueño ligero.

¿Y cómo actúa el truco de la doble alarma? Este experto afirma que cuando nos despertamos en fase de sueño REM nos sentimos mucho más cansados que cuando lo hacemos en fase de sueño ligero.

Conque ya lo sabes: la primera alarma hará que salgas del sueño REM y por eso 20 minutos después te levantarás más despejado.