Leo Román se queda sin porterías

Todos los equipos nacionales que mostraron interés en algún momento por Leo Román ya tienen sus porterías cerradas para la próxima temporada. Al guardameta ibicenco, salvo sorpresa mayúscula, solo le queda una opción para seguir en España: continuar en el Mallorca.

Con el anuncio del fichaje de Marko Dmitrovic por el Espanyol, a Román se le han cerrado todas las opciones. Después de la venta de Joan García, el equipo perico era el que había sonado con más fuerza para fichar al portero ibicenco, pero las altas pretensiones de Pablo Ortells, director deportivo bermellón, y la oportunidad de mercado del serbio truncaron cualquier opción de traspaso.

Román acaba contrato en junio del año que viene y, aunque en un momento parecía que las posturas entre los bermellones y el portero estaban prácticamente rotas, en los últimos días ha habido un acercamiento por parte de Ortells, según avanzó ayer el diario Marca y, aunque quedan más de dos meses de mercado, se le cierran más puertas de las deseadas. Para salir traspasado solo le queda mirar al extranjero, donde aún hay mucho movimiento y donde el año pasado estuvo cerca de marcharse al Genoa por una cifra que rondaba los siete millones. Allí es precisamente donde están las opciones para que salga porque en el mercado nacional el dinero es escaso.

La portería del Mallorca para el curso que viene es ahora mismo una incógnita porque, cuando parecía que ambos guardametas se alejaban del club bermellón, Ortells se ha acercado a ambos. Quiere retomar las conversaciones con Leo Román y la semana pasada se reunió con el entorno de Dominik Greif para mejorar su oferta de renovación. Lo que queda claro es que todavía no ha llegado ninguna oferta formal por alguno de ellos, pero no es una cuestión favorable a la entidad bermellona, ya que cada día que pasa están más cerca de negociar su futuro sin necesidad de pagar un traspaso porque, a partir del 1 enero, son libres para hacerlo. 

La situación es compleja. Parece difícil que haya clubes que paguen cifras desorbitadas por cualquiera de ellos. Les queda un año de contrato y nadie va a sobrepagar un traspaso. 

Además, uno de los problemas añadidos con los que cuenta Ortells es que con una hipotética renovación de cualquiera de los dos va a apretar más un límite salarial que ya está suficientemente exigido porque son dos de los que menos cobran de la plantilla.

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