Fútbol

La calamitosa acción que llena de rabia al mallorquinismo

Copete quiso proteger la zona pensando que Leo Román saldría y lo que hizo fue facilitar la llegada por detrás de Jacobo, que metió la bota para dejar sin premio a los bermellones ante el Real Madrid en el último suspiro

Arrasate: "Es un golpe muy duro para nosotros"

Atlas News

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Palma

Estaba hecho. Apenas quedaban cuarenta segundos para el final del encuentro y llevarse un punto del Bernabéu era un tesoro. Pero el fútbol siempre tiene capacidad para la sorpresa, y también para la crueldad. Un clamoroso error defensivo arruinó todo el trabajo hecho por el Mallorca ante el todopoderoso Real Madrid (2-1). Copete no se entendió con Leo Román, que podría haber sido el héroe de la noche, y dejó una imagen que desquicia a más de un bermellón. El central quiso proteger la zona pensando que el meta saldría y lo que hizo fue facilitar la llegada por detrás de Jacobo, que metió la bota para dejar frustrados a los ‘barralets’, que se las prometían muy felices.

Esta acción tiró por la borda las ilusiones de un equipo que hizo muchas cosas bien y que dejó escapar una gran oportunidad para sumar a falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga. La clasificación para Europa sigue siendo posible, pero un empate hubiera dado un gran empujón antes de medirse al Getafe y al Rayo Vallecano. Y eso en un encuentro en el que Leo Román volvió a erigirse en el gran protagonista con paradas para todos los gustos, tal y como hizo frente al Barcelona en el Lluís Companys hace apenas tres semanas (1-0). Lo peor es que en ninguno de los dos casos ha servido para que los baleares pudieran aumentar sus unidades en la clasificación.

Estaba claro que el Mallorca iba a sufrir, por muy mermado de efectivos que estuviera el Real Madrid, que lo intentó de todas las maneras posibles con sus estrellas sobre el césped. Endrick, Bellingham, Modric, Mbappé y Valverde probaron fortuna, sobre todo con lanzamientos lejanos, pero se estrellaron con el ibicenco. Por arriba, por abajo, tiros más colocados y otros más potentes, Leo Román repelía todo lo que le llegaba con una enorme seguridad. De hecho, las estadísticas hablan de 39 remates y 26 córners, registros que no repetía el Real Madrid desde hacía veinte años.

El portero, que también suele ser noticia cada vez que habla por sus críticas hacia los pocos minutos que tiene en el campeonato, se reivindicaba en el escenario más mediático del mundo, justo lo mejor para un futbolista que se quiere ir. Tiene contrato hasta 2026, pero da la impresión de que su futuro está más lejos de Son Moix que cerca después de un curso en el que ha estado a la sombra de Greif. 

Con actuaciones como la de ayer su valor en el mercado se ha disparado. A buen seguro que muchos mallorquinistas lo comentaban mientras no dejaban de mirar el reloj para que el árbitro pitara el final y celebrar el empate frente al conjunto blanco. Pero el destino le tenía reservado el peor desenlace posible al Mallorca, al propio Leo Román y Copete, que a buen seguro le darán muchas vueltas a una acción que, a todas luces, se podría haber evitado.

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