El Mallorca pierde por el resultado que buscaba

Pedri fue derribado por Leo

Pedri fue derribado por Leo / LAP

Matías Vallés

Matías Vallés

Ser antimadridista y antibarcelonista a la vez se erige en la única opción decente en el fútbol español contemporáneo, pero tiene la pequeña contrapartida de que siempre pierdes. No por culpa tuya, sino porque los restantes equipos de LaLiga son madridistas, barcelonistas y a menudo incurren en ambos vicios simultáneamente.

Según demostró anoche el Mallorca ante un insulso Barça de pitiminí, los rivales de los dos insoportables no salen a defender por carecer de alternativa, sino porque prefieren el victimismo. En un inciso, enhorabuena a los cerebros privilegiados que comparan a Lamine con Messi, según la ley inapelable de que si tienes menos de veinte años, por fuerza ha de ser un genio. ¿Cuál es la siguiente, Ferran es el nuevo Cristiano Ronaldo? En los 45 minutos iniciales de bombardeo azulgrana, contra un visitante que hubiera pactado un tres a cero, el único gol era visitante y anulado de inmediato.

El Barça no jugaba, pero su rival todavía menos. Visto el homenaje inicial al jefe de Estado difunto, el Mallorca te deja la misma sensación agridulce que el Papa Francisco. Es incuestionablemente mejor que anteriores encarnaciones con el infausto Aguirre o Ratzinger, pero insuficiente para una rendida ovación. Acostumbrados a sufrir, los mallorquinistas se niegan a la grandeza.

El partido solo sirvió para que Leo Román se convirtiera en el único guardameta de la historia que le habrá efectuado un dribling al matemático Pedri. Le preguntan antes al entrenador del Barça, que finge no hablar castellano para disimular que tampoco habla catalán, si su equipo notará la ausencia de Lewandowski. El interrogante equivale a plantearle al presidente Truman si cree que la ausencia de Oppenheimer afectará al desarrollo de la bomba atómica.

Las dudas del Barça-Mallorca se alojaban en el centro de las delanteras con pólvora mojada. ¿Cuántos goles fallaría Ferran que hubiera marcado Lewandowski? El primero de ellos en el minuto once, para demostrar que el mejor jugador barcelonista se hallaba en la grada. Segundo interrogante, ¿qué tiene que ocurrir para que Abdón Prats salte al campo de titular? La probabilidad ínfima de que el nativo de Artà esté ausente de una alineación con cuatro jugadores nacidos en Balears, obliga a elaborar una teoría de la conspiración sobre un conflicto de patrocinadores comerciales.

Según las estadísticas inviolables, el Mallorca inerte de ayer ha ganado seis partidos fuera de campo. El contraste confirma la rendición de antemano a un Barça que no es tan imponente como presuponía el Mallorca, según se demostró en Dortmund. Y como en fútbol llueve a gusto de todos, la derrota por una cantidad de goles asumible satisface tanto al visitante que salió a perder como al local que solo pretendía no cansarse.

El cero a cero del descanso alejaba el fantasma de la goleada, salvo para quienes recordaban el 1-5 de Son Moix, empate a uno al descanso. Por tanto, los mallorquinistas han perdido por el resultado que buscaban. Cuando los 18 equipos restantes dejen de ser madridistas y/o barcelonistas, las cosas cambiarán. No es probable que ocurra, perder siempre ha sido más cómodo que vencer, por eso hay más perdedores que ganadores.

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