Fútbol. Primera División.

El Real Mallorca despierta tarde ante el Leganés

Los de Jagoba Arrasate suman un decepcionante punto frente al conjunto pepinero en un partido en el que solo inquietaron la portería rival a diez minutos para el final

Dani Rodriguez y Maffeo vieron tarjeta y no estarán el martes ante el Barcelona

Abdón se pone las manos en la cara tras erraruna clara ocasión frente al Leganés.

Abdón se pone las manos en la cara tras erraruna clara ocasión frente al Leganés. / LFP

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Palma

El Real Mallorca llegó tarde al partido contra el Leganés (0-0). El conjunto bermellón, que solo apretó el acelerador en el tramo final, sumó un punto frente al conjunto madrileño que tiene sabor a decepción por la gran oportunidad desperdiciada de meter hueco en la pelea por Europa tras la derrota del Celta y el empate del Rayo Vallecano.

Mal partido en líneas generales de los de Jagoba Arrasate, en un choque en el que faltó valentía, ganas de ir a por los tres puntos y calidad en campo rival. El conjunto bermellón sigue sin encontrar la tecla jugando en casa. El partido no dejó contento a nadie. Ni a los jugadores, a los que les salió entre poco y nada, ni a Arrasate, que hizo una apuesta que no funcionó. El de Berriatua, sin extremos en la plantilla, decidió mantener la defensa de cinco como hizo ante la Real Sociedad, aunque con un cambio: Abdón por Antonio, para así contar con dosdelanteroso sobre el campo y no aparentar formar con un sistema tan defensivo.

El problema es que ni el sistema ni los jugadores dieron la talla. "El estadio tiene que ser una caldera desde el minuto 1", afirmó Dani durante la semana. Pero lo que pasó al inicio fue que el Leganés, con el agua al cuello y sintiendo el fuego del descenso, salió a por el partido.

Los diez primeros minutos fueron suyos. El conjunto pepinero, con las ideas más claras, se hizo dueño del balón, mientras que los bermellones parecían no acabar de aclararse sobre qué debían hacer. Poco a poco, aunque de manera tímida, el partido comenzó a igualarse, pero la pelota no pasaba por las áreas.

El centro del campo bermellón, a excepción de Darder, no encontraba la manera de darle sentido al juego del Mallorca, que pasaba únicamente por envíos en largo a Larin. La sensación de dejavú con partidos como ante el Alavés o Celta era evidente y el tedio enorme en un Son Moix en el que parece imposible que se llene, esté el equipo luchando por Europa o no.

Todo pudo haber cambiado en el minuto 22 tras una clarísima ocasión de Abdón que inexplicablemente no cogió ni portería. Un centro de Mojica lo despejó de manera deficiente un central pepinero y la pelota, botando, le quedó de lujo al de Artà en una esquina del área pequeña. Sin embargo, su disparo se marchó muy desviado para desesperación de todos.

La ocasión no animó un encuentro demasiado cerrado por todos lados. Al Mallorca le faltaba precisión y velocidad en campo contrario para desmontar la buena defensa del Leganés. La primera parte se consumió con un susto que evitó Greif tras un remate con el muslo de Diamandé que el eslovaco atrapó tras una buena estirada.

Tras el descanso la situación no varió. Al Mallorca le faltaba dar un paso adelante si quería conseguir una victoria que, unida a la derrota del Celta ante el Barcelona y el empate del Rayo frente al Valencia, les colocaría a la cabeza de la carrera por la séptima plaza.

Pero ninguno de los dos equipos conseguía encontrar la fórmula para crear peligro. Los minutos fueron pasando y los bermellones, en otro mal día en casa, no mejoraba. Las jugadas a balón parado parecían la única fórmula de intentar crear algo de peligro, pero el equipo, como últimamente salvo excepciones, parecía bloqueado, sin saber qué hacer con la pelota y nulo en ataque.

Arrasate, que tampoco estaba conforme con lo que estaba viendo, quitó del campo a Abdón y Dani (que vio tarjeta y no estará ante el Barça, igual que Maffeo) por Marc Domènech y Antonio Sánchez. El choque, poco después, se detuvo varios minutos por una emergencia médica en la Grada Lluís Sitjar, aunque finalmente no fue nada grave y el partido se pudo reanudar.

Y en la jugada siguiente, un remate de Antonio que se envenenó tras tocar en un central, elevó un poco los ánimos del estadio, que se habían quedado fríos. Y poco después, el delantero del filial, no estuvo nada fino con un remate de volea que se marchó desviado. En pocos minutos el Mallorca había creado algo más de peligro que en todo el partido.

Los cambios sentaron bien a los bermellones, que empezaron a cercar con más empeño el área de Dmitrovic. Aunque el que tuvo que emplearse a fondo fue Greif con un remate de cabeza de Miguel de la Fuente que le obligó a estirarse. Y Domenech, de nuevo, también probó suerte de cabeza, aunque se marchó fuera por muy poco.

De manera sorprendente, los dos cambios siguientes fueron Morey y Lato por Mojica y Maffeo, dejando totalmente claro que la confianza en Valery y Chiquinho es nula.

Pero sin duda, la ocasión más clara del partido fue para Larin en el minuto 88. Un buen pase del de Petra lo controló de manera brillante el canadiense, pero decidió muy mal. En vez de cedérsela a Antonio Sánchez, que estaba solo, decidió jugársela él y su remate se marchó por alto. El palmesano tuvo otra ocasión más tarde, pero su disparo salió raso.

No hubo tiempo para más en Son Moix. El Mallorca es séptimo con 44 puntos, pero ahora toca visitar al Barcelona.

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