Fútbol. Primera División.

La mejor reacción del Real Mallorca

Tras una dolorosa derrota ante el Celta, varios jugadores señalados y la pérdida de confianza de la afición al verse fuera de la pelea por Europa, el conjunto bermellón se levantó y conquistó el Reale Arena a o grande

Once del Mallorca para medirse a la Real Sociedad en el Reale Arena.

Once del Mallorca para medirse a la Real Sociedad en el Reale Arena. / RCDM

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Palma

Nada hacía imaginar que el Real Mallorca saldría victorioso de su visita a la Real Sociedad (0-2). Ni los precedentes en sus visitas a San Sebastián, ni la racha del equipo, ni la decepción generalizada tras el funeral que fueron los últimos minutos frente al Celta hacían presagiar que los de Jagoba Arrasate volverían a la isla con los tres puntos bajo el brazo y las opciones europeas más vivas que nunca.

Este Mallorca ha demostrado en siete días que es capaz de lo peor y de lo mejor. De ser un equipo sin alma, sin ideas y rendido, a uno convencido de su fortaleza, efectivo y solidario. El triunfo en el Reale Arena fue todo un golpe sobre la mesa de la plantilla, que ha atravesado una de las semanas más complicadas de toda la temporada.

El enfado de Arrasate en la rueda de prensa posterior a perder frente al Celta y la ira de la afición, que prácticamente había asumido el hecho de que hasta aquí había llegado el equipo este curso, no ha sido algo fácil de digerir.

Han sido siete días de corregir errores, de entonar el ‘mea culpa’ en Son Bibiloni y también de querer demostrar que no eran tan malos como se estaba diciendo. Futbolistas como Cyle Larin, cuya aparente indolencia le ha granjeado un perdón imposible de conseguir por parte de un gran grueso de seguidores; otros como Greif, al que sus actuaciones se siguen mirando con lupa y siempre con Rajkovic en el recuerdo; o Darder, al que se le sigue exigiendo mucho por lo que costó.

Además, a todo ello se le sumaba volver a un campo que los iba a recibir de manera hostil tras la rivalidad surgida en las semifinales de Copa del año pasado y una celebración en ‘L’ que hizo daño. Pues con todo ello, el Mallorca volvió por sus fueros y salió vencedor para volver a hacer resurgir la ilusión.

Lo hizo con una receta muy sencilla: no encajar y aprovechar las ocasiones de gol. El primer punto era el principal lastre que estaba acusando el equipo en este 2025. A los bermellones les cuesta un mundo marcar, por lo que dejar de encajar era primordial para poder salir con algo positivo.

Y allí, más allá del buen papel de la defensa de cinco —mucho tuvo que ver el retorno tras sanción de Raíllo—, fue providencial Dominik Greif. El eslovaco, el portero titular para Arrasate, tuvo que intervenir poco, pero las dos paradas de mérito que realizó eran goles cantados. La primera, tras un disparo raso de Marín que se fue envenenando hacia su palo derecho.

Pero si el Mallorca salió triunfador fue gracias a la que posiblemente sea la mejor intervención de Greif este curso. Jon Martín superó por alto a Copete y su remate, picado, ya se colaba en la portería, pero el arquero bermellón sacó una mano prodigiosa para enviarla a córner. Una parada de reflejos y que vale millones.

Darder, que se puso el traje de líder asistiendo a Larin y marcando el segundo, completó una grandísima actuación, secundado por otros como el propio canadiense, el mejor Samu Costa en semanas e incluso Antonio Sánchez, en la que el Mallorca recuperó el terreno perdido hace poco más de una semana en Son Moix.

Ahora bien, tal y como comentó Arrasate tras el encuentro, no se pueden lanzar las campanas al vuelo ni pasar de la decepción a la euforia. De nada servirá la victoria si ante el Leganés, que llegará jugándose la vida, no se mantiene el nivel. A estas alturas de campeonato y con todo lo que hay en juego, cada punto conseguido puede marcar una gran diferencia.

El Mallorca, al que el resto de la jornada le ha acompañado con las derrotas del Celta y del Getafe, encara de nuevo otra semana decisiva en su futuro. Y esta vez tiene que saldar la deuda que tiene con sus seguidores en Son Moix.

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