El Mallorca se deja empatar en el descuento

El Mallorca sigue sin ganar en 2025. Cuando parecía que iba a sumar el primer triunfo del año, que rompía una racha nefasta, gracias a un gol de penalti de Muriqi, se dejó empatar por culpa de una acción muy mal defendida que aprovechó Boyomo en el descuento. Y todavía tuvo que dar las gracias porque Greif, en el último suspiro, evitó el desastre con una gran parada tras un remate de Catena (1-1).

Este punto sabe a muy poco y evidencia que los bermellones todavía tienen mucho camino por recorrer para volver a ser el conjunto que enamoró en la primera vuelta. A medida que pasen las horas quizá se asumirá mejor que sumó una unidad, pero es imperdonable que se marchara un triunfo que estaba en el bolsillo. Sin el dramatismo de estar cerca del descenso, a nueve puntos, es obligado tumbar a Las Palmas este domingo para dar una alegría a la afición y quitarse esta espina que se ha quedado clavada.

Los de Arrasate tuvieron miedo de ganar cuando estaban por delante y eso sucedió porque no se sienten tan fiables como antes. Eso sí, las cosas como son, el empate fue lo más justo.

Osasuna empezó fuerte

Osasuna mostró los dientes mucho más que lo que esperaban los locales. Bryan Zaragoza, un constante incordio desde la banda izquierda ya probó fortuna con un disparo que se marchó desviado. Pero la ocasión más clara fue tras un saque de esquina en la que Boyomo no acertó a rematar en boca de gol, con Greif haciendo la estatua, porque Muriqi había desviado ligeramente la pelota.

Menos mal porque el panorama hubiera cambiado en el primer cuarto de hora del choque. El Mallorca fue espabilando, aunque solo a chispazos, sobre todo porque aparecía Robert Navarro. En una de esas envió un gran pase al espacio a Muriqi, que le ganó la espalda a los centrales en una acción que demostró su poca confianza en sí mismo. Su pésimo control, con la espinilla, posibilitó que el propio Bayomo le arrebatara el balón. Ver para creer porque el kosovar es una sombra del que maravilló en Son Moix.

Los visitantes tenían claro que los de Arrasate sufren a la hora de recular, sobre todo si hay que atrapar a un extremo tan veloz como Zaragoza, que volvió a escaparse y su centro fue desaprovechado por Moncayola, que tiró al ‘muñeco’. Los baleares lo intentaba con cierta asiduidad, pero los centros desde la banda eran muy deficientes. Y así es muy difícil. Es una tarea que debe trabajar más el equipo en Son Bibiloni porque le perjudica decisivamente. Aimar Oroz asustó al estadio con un chut que rozó en Samu Costa, pero la suerte es que Greif estuvo en su sitio. 

Los decibelios de la grada, en la peor entrada de lo que se lleva del curso por culpa del maltrato de LaLiga de Tebas, con 15.378 espectadores, se elevaron poco antes del descanso. El colegiado Cordero Vega perdonó la segunda tarjeta amarilla a Lucas Torró por una patada a Samu Costa y el público sacó su ira. Llueve sobre mojado. Ni el colegiado de campo ni González Fuertes, en el VAR, consideraron que fuera amonestación.

Dani, además, estuvo cerca del gol, pero su peligroso tiro de falta fue despejado por Moncayola casi en la línea de gol. Vicente Moreno, que no estaba en el banquillo por sanción, dejó a Torró en la ducha en el descanso consciente de que se había librado de estar con uno menos.

Oportunidad perdida

En la reanudación, el Mallorca elaboró una fabulosa acción entre Robert Navarro y Darder, que sirvió un gran pase a Muriqi, que con la zurda disparó desviado. Esas oportunidades hay que aprovecharlas y el primero que lo sabe es el balcánico, absolutamente resignado.

Los de rojo y negro dieron un paso hacia adelante, tenían que aprovechar el cansancio del rival, que el jueves cayó en la Copa del Rey ante la Real Sociedad (2-0). Dani Rodríguez apareció para intentarlo con una media vuelta que atrapó Herrera. Osasuna, por su parte, juntó sus líneas y salió menos para protegerse. Arrasate apostó por la entrada de Asano, pero la realidad es que eso no se tradujo en más llegadas.

De hecho, Son Moix respiró aliviado cuando el colegiado decidió no señalar penalti por unas manos de Maffeo. Y todavía más cuando Moi Gómez absolutamente solo en el interior del área, disparó con el alma y el balón se marchó alto porque tocó en Maffeo. Y las cosas del fútbol, cuando Muriqi iba a ser sustituido, con Larin y Abdón en la banda, fue objeto de un claro penalti al ser derribado por Catena. El ‘pirata’ demostró personalidad y lanzó con la zurda para instalar el 1-0. Casi diez horas después, el Mallorca anotaba su primer tanto en 2025 entre Liga, Copa del Rey y Supercopa de España.

El final, ya con Jan Salas, Abdón y Copete en el campo, se empezó a hacer muy largo. Quedaban diez minutos más los ocho que decretó el trencilla, el equipo resistió como pudo hasta que sucedió lo que jamás debe ocurrir.

Una jugada defendida de forma nefasta, en la que faltó contundencia, fue aprovechada por Boyomo para batir a Greif en el descuento y helar al estadio. Y cuando parecía que el duelo iba a finalizar, Greif realizó una parada soberbia a un cabezazo de Catena que se iba dentro. Todavía había que dar las gracias por no haber perdido tras estos terrible minutos finales. Un mal consuelo, y todavía más en casa.