Fútbol

La opinión de Sebastià Adrover: Esto sí que es para desenamorarse

Aficionados del Mallorca durante la protesta del sábado.

Aficionados del Mallorca durante la protesta del sábado. / Guillem Bosch

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Jagoba Arrasate estuvo muy atinado cuando el sábado confesó ante los periodistas que se estaba «desenamorando» de este fútbol. Lo dijo nada más perder contra el Betis y se refería, sobre todo, al mal uso del VAR, pero no fue un simple calentón propio tras una derrota cruel en el descuento.

La deriva del nuevo balompié está impulsada por unos dirigentes que solo ven negocio y actúan lejos del sentido común que beneficia a unos pocos y perjudica a los de siempre. El maltrato sistemático hacia el Mallorca por parte de LaLiga respecto a los horarios de la jornada ya no sorprende a nadie. En el club están muy enfadados por este asunto y dicen que se lo han hecho saber a la patronal de Javier Tebas, más allá de haber tirado de ironía como queja en las redes sociales.

Sin embargo, se echa de menos algo más de mala leche para protestar públicamente por un asunto que perjudica a nivel deportivo, pero sobre todo amarga a los que quieren disfrutar de su equipo, ya sea en casa o fuera. Muchos de estos abonados, que se rascan el bolsillo cada verano por amor y pasión por unos colores, cuadran horarios de trabajo y organizan su vida familiar durante todo el año para animar a los suyos.

No puede ser que se les falte al respeto de esta manera, con doce de veinticinco partidos programados entre semana. La paciencia tiene un límite y lo peor que le podría pasar al Mallorca es que algunos tiren la toalla. Motivos tienen para hacerlo.

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