Fútbol

El Mallorca se lo pone muy fácil al Celta

Los bermellones caen en Balaídos en un partido que no merecieron ir perdiendo en la primera parte, con grandes ocasiones a balón parado, y que regalaron en la segunda, con una torpe expulsión de Raíllo en el minuto 77 (2-0)

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

No fue un regalo de Navidad anticipado, pero lo pareció. El Mallorca se lo puso demasiado fácil al Celta para que se llevara los tres puntos de un partido en el que cuajó una nefasta segunda parte, empeorada por la torpe expulsión de Raíllo en el minuto 77 cuando el marcador ya reflejaba el 1-0. Hasta ese momento había dispuesto de tres ocasiones claras frustradas por Guaita, en acciones nacidas a balón parado, en una primera parte en la que no mereció ir por debajo, pero después fue incapaz de hacer daño a un Celta que no hizo nada del otro mundo para el triunfo (2-0).

Los goles de Hugo Álvarez y Iago Aspas destrozaron la revolución en el once de Arrasate, con ocho novedades respecto al duelo ante el Barça (1-5), y cierran una semana para olvidar en la que ha encajado la friolera de siete goles y ha dejado de ser un equipo fiable. Y eso es lo primero que debe arreglar el técnico de Berriatua, que sorprendentemente decidió mantener en el centro del campo a Omar y Samu Costa cuando el conjunto estaba demasiado plano, sin capacidad de hacer daño desde la creación.

El Celta hizo muy poco para ir por delante en el marcador en la primera parte, pero el fútbol es para el que acierta a marcar. Y eso es lo que le faltó a los baleares en unos cuarenta y cinco minutos en los que estuvieron serios, combinando con criterio ante un adversario que apenas creó peligro, más allá de acciones esporádicas como un tiro de Ilaix que se marchó fuera. De hecho, un buen centro de Javi Llabrés fue rematado por Larin y Guaita blocó en dos tiempos.

Faltaba precisión en los metros finales, Larin estaba muy poco arropado y Robert Navarro apenas aparecía, pero no estaban incómodos en un terreno de juego muy rápido. Eso sí, el Celta ya avisó con una buena llegada de Ilaix que tuvo que despejar Valjent.

Larin presiona a Guaita.

Larin presiona a Guaita. / RCD Mallorca

Y en una de las numerosas pérdidas de Samu Costa en zonas de riesgo, algo que debe solucionar de forma urgente, Hugo Álvarez puso el 1-0 en el electrónico. Los gallegos le robaron la pelota al luso y combinaron en la frontal del área hasta dejar al canterano que se sacara de la chistera un gran tiro con la derecha que pegó en el poste y se coló en la portería de un Greif que ni se inmutó. Un gran gol que era oro para los suyos porque no habían hecho méritos para tanto.

Lo bueno es que el Mallorca supo levantarse, aunque fuera en acciones a balón parado, pero lo malo es que Guaita empezó su festival particular de paradas para todos los gustos en apenas tres minutos. Raíllo, tras un buen envío de Dani, cabeceó con el alma, pero el meta estuvo inspirado. Y poco después, en este caso fue Larin el que lo intentó peinando la pelota tras un saque de falta de Dani que atrapó el cancerbero. Era muy frustrante para un Arrasate que no se lo creía desde el banquillo. De hecho, otra vez el ariete canadiense demostró que es un ‘nueve’ con un gran control orientado para al recibir el esférico y en la media vuelta sacar la mejor versión de Guaita, otra vez. Fueron oportunidades muy claras que no tuvieron premio, algo que había que buscar en la segunda parte. Y en la reanudación Larin insistió con un testarazo que se marchó alto, pero el que estuvo más cerca del gol fue el conjunto local. Hugo Álvarez regateó a Mateu Morey y su tiro se fue desviado por poco. 

Desplome en la segunda parte

El Celta, que volvió a morder con un remate de Borja Iglesias que no encontró portería, estaba mucho más entonado en la segunda parte. Arrasate movió ficha. No le quedaba otra. Entraron Muriqi y Mojica y mantuvo a Larin en la delantera. Pero el problema estaba en la creación, con Samu y Omar muy planos ante un adversario que transmitía seguridad y que, con la entrada de Douvikas y Alfon, evidenció que buscaba la sentencia. 

Sin ir más lejos, el propio Alfon chutó fuera en una buena ocasión. El Mallorca no mejoró, ni mucho menos, con las líneas muy separadas y a muchos metros de la portería de Guaita. Y para colmo, previo aviso del VAR, expulsó a Raíllo por unas manos intencionadas difíciles de entender en un futbolista de su veteranía cuando era el último jugador y tenía la posición ganada ante Douvikas. Era el minuto 77 y era el más difícil todavía. Arrasate quería introducir a Asano y Darder, pero justo antes Iago Aspas tiró por los suelos cualquiera esperanza de igualada. El ariete recogió un rechace y batió a Greif para poner el 2-0. Eso remató a los de rojo y negro en una noche, y también semana, de pesadilla.

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