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Los cinco días terribles de Mojica con el Mallorca

El lateral colombiano encadena dos encuentros decepcionantes en los que cometió un penalti evitable ante el Valencia y otro este martes a Lamine Yamal, al que no supo parar en el segundo tiempo, además de propinar un feo cabezazo a Morlanes

Mojica, después de cometer penalti a Lamine Yamal

Mojica, después de cometer penalti a Lamine Yamal / Manu Mielniezuk

César Mateu

Mojica se convirtió en el héroe de la victoria ante Las Palmas marcando un golazo de libre indirecto, sus dos últimos partidos son para olvidar. Cometió dos penaltis, uno evitable ante el Valencia y otro ayer ante el Barcelona, dejando además la imagen más fea del partido tras dar un cabezazo a Morlanes después de que el colombiano fuera el responsable del segundo gol rival.

El lateral es un obús en ataque que desprende poderío físico, llegada y una gran técnica para centrar, pero en defensa salió en las fotografías de los cinco goles encajados del Mallorca ante el Valencia y el Barcelona. El equipo bermellón encajó la primera goleada de la temporada ante el Barcelona (1–5) en un duelo donde Mojica cometió errores graves que condenaron a los pupilos de Arrasate.

En el primer tanto no fue el único culpable ya que se sucedieron una serie de infortunios. No se entendió con Leo Román, despejó, el balón le dio a Valjent y le quedó franca a Ferran Torres para rematar a puerta vacía y marcar el primero del encuentro.

Pese a ello, se rehizo de su fallo y desplegó su excelsa forma física en el ataque bermellón durante el primer tiempo. Pero, tras el descanso, quedó señalado por varios errores individuales que sentenciaron al Mallorca en el peor partido defensivo del curso.

Lamine Yamal hizo lo que quiso por su banda y dejó al descubierto sus carencias. En el minuto diez del segundo tiempo, el extremo de 17 años le ganó la espalda y el colombiano tuvo que acelerar para cubrir su internada dentro del área, pero llegó tarde y aunque hubo una pugna hombro contra hombro, con el pie lo arrolló y Gil Manzano señaló penalti.

Tras esta acción, el lateral buscó culpables ajenos y dio un cabezazo a Morlanes y un golpe en el pecho, aunque el centrocampista dejó pasar la acción ante la atenta mirada del capitán Antonio Raíllo.

Esta impotencia la aprovechó el atacante culé en los siguientes goles del equipo de Hansi Flick. Siempre encontró su espalda y el espacio entre el lateral y el central. Lato hubiera sido una alternativa para Arrasate para cortar la hemorragia, pero no entró en la convocatoria ya que continúa lesionado.

En el tercer gol, Yamal recibió en banda sin oposición y con mucho tiempo para prepararse, puso un balón perfecto con el exterior para zafarse del muro bermellón y ponerle en bandeja el tercer gol a Raphinha, que sentenció el encuentro.

Es cierto que a Mojica le tocó bailar con la más fea, ya que cada vez que aparecía daba un picotazo, pero su rendimiento defensivo ha decaído en las dos últimas jornadas.

Todo en los cinco días horribles del colombiano, que el viernes pasado cometió un penalti evitable ante el Valencia por manos. Como dijo Arrasate en rueda de prensa, «está haciendo una gran temporada y, a veces el fútbol, también tiene estas cosas».

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