La magia eterna de Abdón Prats

«Un vespre més on la connexió amb tots voltros es torna pura màgia. No afluixam, mallorquinistes». Así describió Abdón Prats el triunfo y su gol ante el Valencia (2-1). Y es que el de Artà volvió a ver puerta ocho jornadas después tras marcar ante la Real Sociedad (1-0). Como siempre, el ‘9’ bermellón volvió a aparecer para desbloquear un empate que parecía firmado con sangre para dejar al Mallorca con 24 puntos y con los dos ojos mirando a Europa. 

Abdón, cuyo papel en la plantilla es el de tercer delantero, no pone una mala cara. El atacante, muy por debajo en minutos (184) que sus ‘rivales’ por un puesto en el once, sin embargo, acumula los mismos goles que ellos. Muriqi (855) y Larin (756) llevan dos tantos cada uno, mismo número que el mallorquín atesora tras su cabezazo frente al Valencia. Solo en un partido ha sido titular y precisamente su gol de penalti ante la Real Sociedad le dio los tres puntos a los de Arrasate.

Abdón no esconde que le gustaría contar con más presencia en el verde, pero la competencia es feroz. Pero siempre está cuando se le necesita. La idolatría que despierta entre el aficionado mallorquinista está más que justificada por los importantes goles que ha conseguido a lo largo de su carrera, pero lejos de acomodarse en el halago, siempre espera que le llegue su oportunidad. 

El Mallorca vence como un grande

Ante el Valencia, el de Artà llegó tras quedarse fuera de la última convocatoria por una pequeña rotura muscular. Con la baja de Muriqi por sanción, tan solo quedaba Larin como alternativa para no tener que arriesgar. Vio el gol del canadiense y fue uno de los primeros en felicitarlo. Y es que si algo caracteriza al canterano es que siempre da preferencia al grupo antes que a si mismo. «Larin es un tío muy tranquilo, una persona increíble y la verdad es que estamos muy contentos con él. Necesitamos los goles de todo el equipo y me alegro mucho por él», confesó tras el choque. 

En el minuto 78, le tocó entrar al campo por el canadiense. Como siempre, la ovación de la grada arrancó con su entrada en el campo. Y tan solo tres minutos después, en el que prácticamente era el primer balón que tocaba, ya estaba corriendo haciendo la banda para celebrar el gol. Colocado a la espalda de Foulquier, entendió el pase de Sergi Darder y se quedó con todo a placer para batir de cabeza a Mamardashvili, que se quedó a media salida facilitando las cosas. 

Gol y victoria. Abdón volvió a hacerlo y alargó su mágica conexión con Son Moix. En el próximo partido, ante el Barça, volverá a aguardar su oportunidad salvo sorpresa. Pero siempre con la misma alegría y convicción de que puede ser importante.