Fútbol. Primera División.

El Mallorca reina en la locura del Gran Canaria

Un gol de Mojica tras una acción surrealista permite a los bermellones llevarse la victoria ante Las Palmas en uno de los finales más extraños de su historia 

Resumen, goles y highlights de Las Palmas 2-3 Mallorca de la jornada 14 de LaLiga EA Sports

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Si el caos y las decisiones surrealistas finalizan con victoria del Mallorca, que reine la locura siempre. Y es que los bermellones, en un final de partido que tardará en olvidarse, se llevaron los tres puntos ante Las Palmas (2-3) en un choque que tuvo todos los ingredientes para estropearse y que acabó de la mejor manera. Se vio ganador, se vio con cara de tonto y se marchó con la euforia que provoca ganar con un tanto en el minuto noventa cuando pensaba que lo había perdido todo. 

Y es que cuesta asimilar lo que ocurrió en el Gran Canaria. Tras una primera parte que a nadie importó, ni siquiera a los futbolistas, la segunda puso patas arriba a cualquier espectador. Los goles de Dani Rodríguez y Robert Navarro parecieron dejar el choque visto para sentencia. Pero llegó la lesión de Raíllo y posiblemente el peor momento de Muriqi desde que está en la isla. Gol cantado fallado que cerraba el telón y mano para facilitar el empate. Pero no acabó ahí la tragicomedia. El VAR llamó a Muñiz Ruiz, mostrando imágenes de Jaime Mata provocando al kosovar tras un saque de esquina del Mallorca y respondiendo este con una peineta. 

Y su decisión fue insólita y pocas veces vista en un campo de fútbol, sentando de paso un peligroso precedente: roja al delantero y falta indirecta para los bermellones. Y allí, en medio de una acción que ni los protagonistas entendieron, apareció Mojica para colocar en la escuadra el balón tras una gran acción de estrategia entre él, Chiquinho y Samu Costa. Una jugada increíble que sonrió al Mallorca.

 Pero antes de todo el jaleo hubo una primera parte en la que ocurrió entre poco y nada. Con Morey viviendo su primer partido oficial como mallorquinista –gran partido el suyo–, las imprecisiones y falta de control protagonizaron un primer periodo en lo que lo más destacado fue un disparo al palo de Fábio Silva y un penalti no pitado sobre Robert Navarro tras arrollarle Viti. 

Los bermellones, de más a menos en el primer acto, cogieron el descanso con ganas. Y allí sucedió algo, porque no habían pasado ni treinta segundos del segundo cuando se pusieron a celebrar el gol de Dani Rodríguez, máximo goleador y asistente del equipo. 

Y todo nació en las botas de Morey. Una carrera suya la encontró Navarro. El de Petra, con confianza, cedió el balón a Dani, que se la devolvió al espacio. Allí, el lateral tiro de fe y fuerza para aguantar la embestida de Essugo, metiendo el balón al área pequeña en un último esfuerzo. El despeje de Viti le hizo un flaco favor a los suyos, ya que dejó el balón muerto para que el pichichi Dani fusilase a Cillesen.

El tanto fue el empujón que necesitaban. Y es que solo diez minutos después, de nuevo de jugada colectiva, amplió la ventaja. Esta vez fue Darder el que encontró a Muriqi. El kosovar descargó sobre Mojica en banda izquierda. Y el colombiano, perro viejo, vio que la defensa de Las Palmas se había quedado de vacaciones en el centro del campo, dejando libre el otro costado. Su centro fue a parar a Morlanes dentro del área, que la dejó pasar para que Robert Navarro, solo, cruzase el balón para estrenarse como goleador con el Mallorca

La pesadilla de Muriqi

Con media hora por delante, podía parecer que sería un día tranquilo. Pero la montaña rusa no hizo más que arrancar. Y fue una pesadilla de trece minutos para los bermellones.  Primero llegó la lesión de Raíllo, que pinta a muscular a falta de conocer al alcance. Y a continuación el horror de Muriqi. Tras una gran jugada de Antonio, que le dejó solo con el balón botando, la envió a la pista de atletismo del Gran Canaria. Y en la jugada posterior llegó el tanto de Essugo tras rozar en Valjent la pelota. 

Del 0-3 al 1-2 y los nervios aparecieron. Y tan solo seis minutos después, una falta de Sandro se paseó por el área antes de golpear la mano de Muriqi. Fábio Silva igualó el partido y el mallorquinismo y el Mallorca no se lo creían. Pero si el intento de remontada fue para no creer, más la jugada que lo cambió todo. Una acción reprochable entre dos futbolistas –Muriqi y Mata– pero mil veces vista y nunca castigada y que se saldó con roja para el ‘7’ bermellón y amarilla para el atacante rival. A una provocación le siguió una peineta y se armó el lío. 

Nadie entendía lo que pasó y menos cuando Muñiz Ruiz señaló falta indirecta dentro del área –los gestos ocurrieron tras un saque de esquina del Mallorca–. Y allí apareció Mojica, con la colaboración de Chiquinho y Samu, para desatar la euforia con un golazo por la escuadra. 

Del enfado de la expulsión a la alegría del gol. Y diez minutos por delante que aguantar. Y se consiguió, no sin su dosis de susto tras un balón al área pequeña que acabó en gol anulado por una falta sobre Greif. El partido Las Palmas-Mallorca ocupará un lugar especial en el imaginario del fútbol español, pero lo importante fue que los bermellones volvieron a ganar, que ya tienen media permanencia y que Europa vuelve a acercarse. 

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