Fútbol. Primera División

La opinión de Toni Ruiz del Mallorca-Atlético: Oblak gana los tres puntos

Larin se lamenta tras despejar Oblak un cabezazo del canadiense

Larin se lamenta tras despejar Oblak un cabezazo del canadiense / Manu Mielniezuk

Toni Ruiz

Toni Ruiz

Si los que se enfrentan son los dos equipos menos goleados, la lógica dice que el resultado más probable es el 0-0, algo que se le recordó a Arrasate en las horas previas. El pronóstico quedó muy cerca del acierto. Un único gol y un protagonista por encima de todos, para que uno de los ceros en el marcador, el del Mallorca, y también el uno, del Atlético, se hicieran realidad, Jan Oblak. El portero esloveno fue el hombre decisivo. Cinco paradas, algunas con claro marchamo de gol, como la que le hizo a Abdón en los estertores del choque, consolidan esta afirmación. Si a ello unimos que el balón que Giuliano hace llegar a Julián Álvarez, tras un clamoroso fallo de entendimiento entre Mojica y Maffeo, parte de un envío de 40 metros del cancerbero rojiblanco, ya no existen dudas. 

Que el Mallorca haga de la seguridad defensiva uno de sus santos y señas para sobrevivir parece lógico. Que lo haga un equipo que definiríamos como grande, como el Atlético, es más extraño, o propio de ligas como la italiana. Simeone no tiene ningún reparo en ser el equipo que aguanta las embestidas a la espera de su oportunidad. Lo pudimos ver el miércoles, cuando jugó contra el París Saint Germain. En aquel partido los atléticos recibieron hasta 22 remates, 9 de ellos a portería, pero solo una vez pudieron lograr gol los de Luis Enrique. También se encontraron con Oblak.

El Mallorca se tomó el envite con mucho respeto por el rival y no quiso acelerar el juego ante un Atlético pertrechado atrás, dilapidando una primera parte en la que no pasaron cosas. En la segunda, sí hubo más intentos de ir hacia delante y si se hubiera producido la expulsión más que merecida de Lenglet las cosas hubieran podido acabar de otra manera. Después faltó la fortuna, o sobró Oblak.

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