Cyle Larin le mete prisa a Pablo Ortells

El partido de Cyle Larin ante el Sevilla es difícil de calificar. El delantero del RCD Mallorca, reconvertido a extremo esta temporada, cuajó una mala actuación desde el minuto 1 hasta el 65, cuando fue sustituido, acabando con la paciencia de Son Moix, que no dudó en señalarle a base de silbidos y abucheos cuando salió del campo. Su flojo partido, al igual que el de otros compañeros, no hace sino acrecentar las urgencias y centrar el foco sobre el director deportivo Pablo Ortells, al que le quedan tres días para encontrar como mínimo un extremo solvente que acompañe a Asano en el sistema de juego que quiere emplear Jagoba Arrasate.

Su entrada en once fue una de las rotaciones que anunció el técnico bermellón en la rueda de prensa previa. Y como era de esperar, y así lo probó en el Ciutat de Palma y cuando entró ante el Real Madrid, su lugar era en la banda izquierda. En la derecha estaría Antonio, con Muriqi como punta de ataque. Pero desde un inicio, se vio que el canadiense no estaba bien.

Situado más bien como segundo delantero para intentar aprovechar los balones caídos del kosovar, dejando la banda a un Mojica que no encontró ningún apoyo por delante, no acertó en ninguna ocasión cuando intentar romper al espacio, escogiendo mal el momento.

Y a la hora de controlar el balón prácticamente no le dio continuidad a ninguna jugada, perdiendo la pelota y mostrando indolencia a la hora de bajar a defender, lo que empezó a crear el runrún entre los seguidores bermellones.

En la segunda parte, en la que el equipo seguía sin funcionar y sin encontrar soluciones por las bandas, un mal envío de Larin a Mojica, enviando el balón a fuera de banda cuando el colombiano estaba a pocos metros de distancia, desató la furia de parte de Son Moix, que empezó a silbarle.

Y en el minuto 65, cuando le tocó abandonar el terreno de juego, los abucheos se entremezclaron con aplausos. Además, la mejor versión del equipo ayer coincidió con su salida y la entrada de Asano en banda, el único extremo puro con el que cuenta Arrasate en la plantilla a falta de la llegada de un fichaje y la recuperación de Javi Llabrés.

La paciencia de la afición bermellona parece agotada con el delantero, a pesar de que solo es la tercera jornada de Liga, pero al que le lastra su decepcionante temporada pasada tras llegar como uno de los fichajes estrella con un traspaso de cerca de ocho millones de euros y uno de los salarios más elevados dentro de la plantilla.

Arrasate: «Espero que antes del viernes haya alguna novedad»

Arrasate, que no paró de animarle durante el partido, se mostró convencido tras el mismo de que Larin acabará convirtiendo los silbidos en aplausos. "Al público hay que respetarlo. Estoy contento con el trabajo de Cyle, no con su acierto hoy. Tampoco era fácil el partido. El entrenador debe confiar en sus jugadores y dotarles de las mejores herramientas y sacar lo mejor de ellos, esa es mi labor. Si lo consigo seguro que el público termina aplaudiéndole", afirmó en rueda de prensa.

Aumenta la urgencia de los fichajes

La falta de extremos en la plantilla se evidenció ayer y confirmó que la plantilla necesita más (para jugar con este estilo) antes de que este viernes a medianoche se cierre el mercado de fichajes. Arrasate pidió un extremo desequilibrante y los focos se centran ahora en Pablo Ortells, el director deportivo. Con la probable llegada de Rodri, del Betis, cuya negociación está muy avanzada y cercana al acuerdo, en principio se reforzará una posición que, visito lo visto, es crucial en el libreto del entrenador bermellón.