Solo queda esperar para saber cuánto tiempo estará el Real Mallorca sin Antonio Raíllo. El central cordobés cruza los dedos para que las malas sensaciones con las que abandonó Son Moix este viernes tras lesionarse en el partido ante el Villarreal se queden solo en eso y su problema en el tobillo izquierdo no quede en nada más que algo leve como un esguince.
El capitán del conjunto bermellón se ha sometido esta mañana a una revisión médica para comprobar si es la misma lesión que se produjo en verano de 2021, cuando tuvo que ser intervenido y se perdió 24 partidos de Liga. Sin embargo, hasta que no pase consulta en Barcelona con el médico que le operó por aquel entonces no se decidirá qué acciones tomar.
Una cosa tienen clara tanto el club como el propio jugador: si la solución más óptima es operar, pasaría por quirófano de inmediato para poder comenzar la rehabilitación cuanto antes. Tanto servicios médicos como Raíllo no quieren que vuelva a ocurrir el mismo problema que en 2021, cuando se optó por un tratamiento más conservador que fracasó y que alargó dos meses el tiempo de baja.
Así, en caso de ser intervenido, el tiempo fuera de los terrenos de juego sería de tres meses, por lo que como pronto y en el mejor de los casos podría comenzar a estar disponible a partir de diciembre, perdiéndose unos doce o trece partidos.
Agosto de 2021, el comienzo
La pesadilla de Raíllo en ese maltrecho tobillo izquierdo comenzó en agosto de 2021, cuando se lesionó en un encuentro amistoso que el Mallorca disputó a domicilio ante el Stade Brest, último antes de arrancar la Liga. Durante aquel partido el andaluz sufrió un desafortunado encontronazo con un jugador del conjunto francés. Intentó continuar, pero poco después tuvo que ser sustituido. Pese a ello, fue titular en el debut en Liga ante el Betis, aunque tras ello desapareció del verde y de Son Bibiloni hasta que 71 días después, tras pasar por varios especialistas buscando una solución, se decidió que debía operarse en el hospital QuirónSalud de Barcelona para suturar el ligamento interno del tobillo izquierdo.
Su baja, a expensas del diagnóstico final, supone un duro golpe para la defensa del Mallorca. Pieza fundamental para Javier Aguirre en el campo y uno de los líderes del grupo, en la línea de tres centrales la experiencia y poso del cordobés en el centro fue clave el curso pasado, mejorando a sus compañeros. Además, es el zaguero con mejor salida de balón, uno de los aspectos que más valora de él el mexicano. Su influencia en el equipo es aún mayor, siendo un jugador muy importante en las acciones a balón parado, tanto en defensa como en ataque.
Un problema importante en defensa
Aguirre, quien solo pudo decir que el problema «tenía mala pinta», se encuentra ahora con un importante dilema. Cuenta con Valjent, sustituto por el momento del ‘21’ en el centro, Copete, Van der Heyden –inédito todavía en Liga– y el reconvertido Gio.
Si en los planes de la dirección deportiva para este mercado de fichajes se contemplaba el fichaje de un central de perfil bajo que completase la nómina de defensores, la probable baja de larga duración de Raíllo obligará al director de fútbol Pablo Ortells a buscar a otro jugador extra que tenga la capacidad de ser titular desde el inicio y paliar, en la medida de la posible, el importante agujero que deja el cordobés en el centro.