ANÁLISIS

¡Maldito verano!, por Gabriel Forteza

El Mallorca se va de vacaciones.

El Mallorca se va de vacaciones. / GUILLEM BOSCH

Gabriel Forteza

Supongo que los lectores y mallorquinistas se habrán dado cuenta. Nos hemos quedado sin los goles de Muriqi, sin las jugadas y regates de Kang-in Lee, sin las paradas de Rajkovic, sin el sufrimiento en la grada o delante de la tele, sin las ruedas de prensa de Aguirre, sin nada de nada. El final de temporada abre las puertas al verano y nos quedamos sin fútbol, aunque esta temporada sin padecer amagos de infarto, sin sufrir, sin especular, sin estar pendientes de tantos equipos alrededor en la clasificación. El Mallorca ha acabado la campaña entre los diez primeros (noveno), es inaudito no formar parte de la terna que anoche se jugaban la última plaza de descenso.

Supongo que durante este próximo verano sin fútbol habrá examen de conciencia para valorar la temporada 22-23 de este RCD Mallorca. Ahora vendrá la otra liga, la de las despedidas, los fichajes, la rumorología y todas esas cosas que seguirán llenando nuestras páginas en los dos próximos meses. El otro fútbol. Que vuelva pronto el que más nos gusta. Ah, se me olvidaba, ¿qué haremos ahora sin Mateu Lahoz?

La campaña 22-23 ha llegado a su fin con fiesta post-partido incluida como no se recordaba por Son Moix desde hace mucho tiempo tras temporadas de sufrimiento. ¡Ya era hora! Pero, repito, ¡Maldito Verano!

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