Opinión

El Mallorca hace historia, por Gabriel Forteza

Muriqi y Copete disputan un balón por alto junto al azulgrana Christensen.

Muriqi y Copete disputan un balón por alto junto al azulgrana Christensen. / Efe

Gabriel Forteza

El Real Mallorca hace historia en el Camp Nou ante el Barcelona. Pero no por haber ganado; ni siquiera por haber empatado. Ni por haber marcado un golazo. Ni por hacer un juego excelso o por haber jugado con playeras y camiseta de tirantes. No.

El Mallorca hizo historia por el simple hecho de hacer acto de presencia, por ser el convidado de piedra a la fiesta azulgrana, fiesta de despedida de dos jugadores emblemáticos de la última década, Sergio Busquets y Jordi Alba, y hacerlo además en el partido y la temporada que despiden al recinto del Barça tal y como se le conoce puesto que las obras van a dar un giro radical a su imagen.

Casi ni siquiera pasará a la historia el debut del chaval Rubén Quintanilla porque, solo él recordará este partido, pues no creo que el resto del mallorquinismo lo haga.

El Mallorca despide así una terrorífica temporada fuera de casa con doce derrotas en 19 salidas y 31 goles encajados.

Historia que tú hiciste, que dirían algunos.

Dicho esto, que es lo más inmediato, solo queda despedir una buena temporada, global, gracias a los partidos de casa y será en Son Moix contra el Rayo Vallecano. Europa ya es inalcanzable como era más que previsible y habrá que celebrar una temporada tranquila, sin sobresaltos, y con alguna que otra despedida también.

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