Fútbol

La sociedad Kang-Muriqi tumba al Valencia

Un Mallorca de menos a más suma una nueva victoria con un gol del kosovar a centro del surcoreano y mete en problemas al conjunto che

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Un Mallorca de menos a más y con Kang en plan estelar ante su exequipo se impuso por un único gol a un Valencia que no demostró querer cerrar la permanencia en Son Moix. Muriqi aprovechó un precioso centro del surcoreano, su mejor socio, para batir de cabeza a Mammarsdashvili en el minuto 63. Hasta el final, el equipo de Javier Aguirre se mostró firme en defensa, su principal seña de identidad, para alcanzar los 47 puntos y la undécima plaza, a falta de dos jornadas de una temporada que se cerrará con notable alto.

Aunque el Mallorca entró al partido algo más tensionado que frente al Almería la pasada jornada, lo que no era muy complicado, desde el primer momento se vio que el equipo que necesitaba los puntos era el Valencia, que con 40 todavía podía meterse en problemas de cara a las dos últimas jornadas. Seguramente obligado por las bajas, Javier Aguirre, que se da por hecho de que continuará la próxima temporada en el banquillo de Son Moix, al menos eso se desprende de las palabras de su agente Jorge Berlanga, el técnico mexicano puso en liza un once cuando menos extraño.

Y la primera sorpresa llegó en el lateral izquierdo, con Kang ocupando esta demarcación. Es verdad que Jaume Costa no está para jugar noventa minutos y su suplente, Augustinsson, sigue lesionado. Pero obligar al surcoreano, que no podrá jugar en el Camp Nou el próximo domingo al ver la quinta amarilla, a jugar en la defensa es cortarle las alas, justo ante el que fue su equipo e incomprensiblemente se lo quitó de encima. A lo mejor no hubiera sido mala idea dar la alternativa al jugador del filial Marcos Fernández. Es verdad que el Mallorca B ha descendido a Tercera, pero si había un partido y un momento para dar una oportunidad al canterano era este jueves ante el Valencia. Aguirre reaccionó tras el descanso y dio entrada a Jaume Costa por Amath, otro que tal, para que Kang jugara más adelantado.

Otra alineación sorprendente fue la de Kadewere en la punta de ataque junto a Muriqi. La verdad, para jugar el de Zimbabue perfectamente lo podía haber hecho Abdón, que debe preguntarse qué tiene que hacer para que su entrenador le dé una mayor confianza. Kadewere demostró que es un jugador del montón, sin calidad para militar en un equipo de Primera División. Y, por supuesto, no ha hecho más méritos que el de Artà para jugar de titular. Nada ofreció el africano y en la única jugada en la que uno espera que demuestre que algo tiene, le robaron el balón sin ninguna dificultad.

El Mallorca reaccionó en la segunda parte, cuando Kang dejó el lateral izquierdo y se ubicó en su posición, desde la que de dio el centro del gol a Muriqi

Los minutos pasaban sin que nada ocurriera, en ninguna de las dos áreas, aunque el balón merodeaba más la de Rajkovic que la de Mamarsdashvili. Muriqi, sin Kang, era un náufrago entre la defensa valencianista. Ha de ser desesperante para un delantero no contactar con el balón o tocarlo esporádicamente y en zonas intrascendentes. Un remate de Diego López a la media hora y un disparo flojo de Amath a dos minutos del descanso fue lo único reseñable, por decir algo, de la primera parte. A falta de juego, la noticia estuvo en los prolegómenos, cuando el valencianista Mouctar Diakhaby se sengó a posar con los jugadores de ambos equipos con una pancarta con el lema “Racistas, fuera del fútbol”. Y es que el franco guineano considera que no se mide por el mismo rasero lo que le ocurrió con el cadista Cala a lo sucedido con el madridista Vinicius.

Dieciocho minutos tardó el Mallorca en sacar provecho de la nueva ubicación de Kang. El surcoreano recibió de Jaume Costa y su centro, con rosca, fue rematado de cabeza y sin oposición por Muriqi. El kosovar marcaba su decimocuarto gol de la temporada. Desde Dani Güiza, en la temporada 2007-08, no alcanzaba esta cifra un jugador del Mallorca en Primera. El pirata señaló a Kang en agradecimiento por el gran centro que le puso, todo un detalle por parte de un jugador noble y siempre entregado a la causa.

Baraja, técnico valencianista, reaccionó raudo y dio entrada a Kluivert por Nico, ambos hijos de futbolistas. Y el holandés fue el que obligó a Rajkovic a una parada excepcional en el minuto 79, evitando el serbio un gol que parecía inevitable. El guardameta mallorquinista puso una mano prodigiosa y justificó una vez más lo que se pagó por él.

Al final, el octavo 1-0 de la temporada, siete en Palma. Tras la triste imagen en Almería el equipo se ha puesto las pilas y ha sumado una victoria que le permite no emborronar una temporada brillante.