Primera División

La decisión de Aguirre que cambió el rumbo del Real Mallorca-Real Sociedad

El técnico mexicano rompió la defensa de cinco en el descanso y metió a Abdón y Amath dando con la tecla para empatar ante los de Imanol Alguacil

Javier Aguirre felicita a sus futbolistas durante el transcurso del partido ante la Real Sociedad.

Javier Aguirre felicita a sus futbolistas durante el transcurso del partido ante la Real Sociedad. / EFE

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Nunca se sabrá si Kadewere habría sido sustituido si no se hubiese sentido indispuesto en el descanso ante la Real Sociedad. Pero su cambio y la entrada de Abdón Prats, unida a la de Amath por Jaume Costa, rompiendo con la defensa de cinco para ir a por el empate le salió a las mil maravillas a Javier Aguirre, que dio con la tecla ante los de Imanol Alguacil, que hasta el momento se paseaban por Son Moix. El técnico mexicano del Mallorca, que en ocasiones peca de inmovilismo, abandonó su fe en los tres centrales y compuso un equipo en la segunda parte más ofensivo, consciente de la necesidad de sacar como mínimo un punto tras el varapalo de la derrota ante el Elche en la anterior jornada. 

Y si este cambio de mentalidad sorprendió para bien fue porque lo hizo con toda la segunda parte por delante. Porque en otros partidos ya había ocurrido, pero siempre pasado el minuto 60 como mínimo. Porque arrancar el segundo periodo con Abdón, Amath, Kang In Lee y Dani en el campo ya es una propuesta más ofensiva que de costumbre. Y a eso se le añadió la sustitución del centrocampista gallego por Ángel minutos más tarde. Toda una declaración de intenciones. 

En la primera mitad la Real hizo lo que quiso con el Mallorca. Con Zubimendi, Merino, Silva y Brais Méndez mareó a los bermellones, superados en todo momento en el centro del campo. Tan solo juntar a Dani con Galarreta y Baba igualó un poco el contador, pero las opciones de empatar eran mínimas. En la segunda parte, los cambios cambiaron por completo la imagen del equipo.

Más allá del gol, una jugada iniciada por Rajkovic, continuada por Abdón de cabeza y finalizada por Kang In Lee con un regate excepcional, el equipo supo cómo frenar a los txuri-urdin. El de Artà, que aprovechó su oportunidad, se encargó de tapar a Zubimendi a la hora de defender, la primera salida de los de Alguacil y que estuvo muy liberado en el primer tiempo. 

Galarreta y Baba contaron con el apoyo en el centro del campo de Amath y Dani, que a medida que pasaron los minutos fueron abandonando las bandas para juntarse por dentro, donde los donostiarras juntaban a todo su talento, obligándoles a intentar atacar por bandas, especialmente en la izquierda con Cho, mucho menos peligroso que sus compañeros del centro del campo. 

Allí, tanto Gio como Maffeo, este último a pierna cambiada, supieron aguantar las embestidas. Los dos jugadores tuvieron que modificar su posición al pasar a jugar un 4-4-2, sintiéndose más cómodo sobre todo el uruguayo, mucho más suelto en ataque por la banda derecha. 

La posterior entrada de Antonio Sánchez y Battaglia devolvió solidez al equipo, en un claro mensaje de Aguirre de que el punto era muy bueno. El de Ciudad de México arriesgó y le salió bien. Se olvidó por un momento de cerrar la portería y fue a por el partido. Una dosis de moral para todos tras el batacazo ante el Elche. 

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