Opinión

Real Mallorca: Entre llegar tarde y llegar a tiempo, por Gabriel Forteza

Nastasic y Raíllo se abrazan tras el partido.

Nastasic y Raíllo se abrazan tras el partido. / MANU MIELNIEZUK

Gabriel Forteza

Ya van tres veces; dos en Liga y otra en Copa. Los inicios de los partidos del Mallorca contra la Real Sociedad son de traca pues en las tres ocasiones los mallorquinistas ‘empiezan’ el partido perdiendo. En Liga allí y aquí, y en Copa allí, los bermellones han recibido gol de los donostiarras en los minutos 3, 6 y 2. Así no se puede empezar un partido, es ir a remolque porque sí porque no es normal empezar los partidos de esa manera. Y siempre es contra la Real, no sé dónde estará el misterio de la cuestión pero son datos objetivos.

Y al menos esta última vez se le puso algo de remedio con el gol del empate porque en los dos casos anteriores acabó así el partido, 1 a 0. Es la diferencia entre llegar tarde o llegar a tiempo a una cita, y queda demostrado esta temporada que ante la Real Sociedad el Mallorca llega tarde. Y pudo incluso acabar mejor aún si el remate de Amath no se hubiera estrellado en el poste. Quizá hablaríamos de un triunfo y el hecho de haber llegado tarde hubiera quedado totalmente subsanado. Lo que sí ha llegado, no sé si pronto o tarde, ha sido un empate que rompe con la dinámica permanente de victorias-derrotas. Y lo que no ha llegado ha sido lo de las tres derrotas seguidas. Bien está lo que casi bien acaba.

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