Primera División

Real Mallorca-Elche: El partido que no se podía perder

El Mallorca firmó el peor encuentro del año en Son Moix ante el Elche, colista de Primera, en un choque que deja pésimas sensaciones en un momento en el que los equipos de la parta baja están sumando puntos y apretando la tabla

Rajkovic detiene un disparo a Boyé, autor del gol de la victoria del Elche este sábado en Son Moix.

Rajkovic detiene un disparo a Boyé, autor del gol de la victoria del Elche este sábado en Son Moix. / Pere Joan Oliver Orell

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Ni mucho menos es el fin del mundo, pero la derrota del Mallorca ante el Elche, colista de la categoría, no es una más. La indignación y la rabia tras el pitido final de Munuera Montero por un gol anulado a Muriqi no esconde que los bermellones firmaron un encuentro flojísimo, en el que los males que han acompañado al equipo a domicilio en este 2023 afloraron en Son Moix, donde hasta la fecha todo era alegría. Y todo ello en un momento en el que los equipos inmersos en la pelea por eludir los puestos de descenso no dejan de sumar puntos, apretando cada vez más la parte baja de la tabla. 

Más allá de la nefasta estadística que acompaña al Mallorca en sus duelos ante los colistas, los de Aguirre no podían perder este partido. Ganar era seguir manteniendo un colchón de nueve puntos con el decimoctavo clasificado, reforzar la condición de inexpugnable como local y comenzar a ver la permanencia matemática más cerca. 

Más allá de los primeros diez minutos, en los que sí se vio una gran actitud y ganas de ir a por la victoria, el resto fue una sucesión de malas decisiones en ataque e inseguridades en defensa del Mallorca. No se cansa Aguirre de recordar en cada rueda de prensa que a sus jugadores les falta temple y cabeza para decidir mejor en los metros finales. Y razón no le falta. Más allá de la clarividencia de Kang In Lee, el mejor en la primera mitad, el resto de los atacantes acusaron una gran falta de visión al llegar al área. 

Kadewere, que parece haberse asentado en el once de Aguirre tras su tercera titularidad consecutiva, mostró mucha más predisposición que acierto. Muriqi, totalmente sujetado por los centrales del Elche, no se encontraba cómodo en ningún momento y tuvo que bajar casi al centro del campo para participar. Dani, que si bien gozó de las mejores ocasiones de gol, no llegó a conectar con los delanteros. Pese a todo, la flaqueza defensiva del Elche, que no dejaba su portería a cero desde el 19 de abril de 2022, permitió que los bermellones tuviesen oportunidades. 

Al menos en la primera mitad el equipo, que acabó frío como el ambiente de Son Moix, más callado que en otras ocasiones, mantuvo más o menos el tipo. Pero en la segunda todo se vino abajo. 

Pablo Machín le ganó la partido a Javier Aguirre. El Elche salió con las ideas claras y fue mejor en todo: en posesión, en verticalidad, en jugadas a balón parado... El Mallorca, mientras, pecó de indolente. Parecía que el 0-0 era un buen resultado. Los franjiverdes llegaban antes a todas las jugadas, mientras que los bermellones parecían fundidos. Rajkovic sostuvo al equipo todo lo que pudo, pero si el Elche hubiese marcado antes no hubiese sido una sorpresa. En el aire planeaba una sensación habitual en otras temporadas. La de que el gol visitante iba llegar en un momento u otro. 

Y así fue. Lo que vino después, con un descuento en el que jugó a todo a nada y la polémica del tanto anulado a Muriqi sirvió para enmascarar de manera puntual, lo que tardaron en bajarse las revoluciones, que el Mallorca se dejó ir y pecó de falta de ambición. Unas malas sensaciones sobre las que deberá trabajar Aguirre esta semana en Son Bibiloni para olvidarlas cuanto antes. 

Y encima, el partido dejó como efecto colateral la sanción por acumulación de tarjetas a Muriqi, que verá el partido ante la Real Sociedad de este domingo desde el palco de Son Moix. Un encuentro complicado a todas luces y en el que los rojillos no pueden permitirse repetir los errores de este sábado. Aunque un triunfo haría regresar al optimismo porque se alcanzarían los 34 puntos, lo cierto es que las victorias de Valladolid, Getafe y el empate del Cádiz continúan apretando la zona baja de la tabla. 

El descenso está ahora a seis puntos de distancia. Un buen margen teniendo en cuenta la cantidad de equipos metidos en la pelea, pero que no debe reducirse más o los nervios comenzarán a aparecer de nuevo. Y de eso ya tuvo el equipo y la afición suficiente el curso pasado. 

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