Primera División

Dr. Jekyll y Mr. Hyde, por Gabriel Forteza

Muriqi pelea con Vini Souza en el partido Espanyol-Mallorca.

Muriqi pelea con Vini Souza en el partido Espanyol-Mallorca. / LFP

Gabriel Forteza

He intentado encontrar una razón futbolística y no la encuentro. Quizá anímica, y tampoco. Los jugadores son los mismos y el entrenador también. Solo se me ocurre el argumento del atrevimiento y no estoy muy seguro de que sea, tampoco, la razón.

Lo cierto es que el Mallorca que juega en casa es uno y el que lo hace fuera, es otro. Y el público, con todos mis respetos, no marca goles y no los evita, aunque es cierto que su impulso puede ayudar.

El equipo de Javier Aguirre acumula en este momento una ¿regularidad? absoluta, es decir, si juega en casa gana y si lo hace fuera, pierde. Ni siquiera ha lugar a los empates.

Los bermellones acumulan cinco victorias consecutivas en Son Moix contra Atlético de Madrid, Valladolid, Celta, Real Madrid y Villarreal, y cinco derrotas seguidas lejos de la isla ante Getafe, Osasuna, Cádiz, Sevilla y Espanyol.

También el balance goleador resulta llamativo: en las cinco victorias caseras, en cuatro no ha encajado, y en las cinco derrotas como visitante, en cuatro no ha marcado.

A la que los de Aguirre se suben al avión, los resultados son opuestos a los conseguidos en Palma, el argumento no es sólido, pero ahí radica la virtud y el defecto de este equipo capaz de lo mejor en casa y de lo peor fuera, Jekyll y Hyde, sin explicación que lo sustente.

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