Opinión

Espanyol - Real Mallorca: Hay motivos para sentirse rabioso, por Sebastià Adrover

Ángel se lamenta de una ocasión en la segunda parte.

Ángel se lamenta de una ocasión en la segunda parte. / rcdmallorca

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Hay motivos de sobra para que el mallorquinismo esté rabioso con lo que sucedió en el RCDE Stadium. Por una vez que como visitante dio la talla, pagó sus groseros errores para quedarse sin nada ante un adversario que confirmó por qué lo hace tan mal como local. Y esto es lo realmente frustrante. Los bermellones cayeron ante un rival ramplón, que no hizo nada del otro mundo para quedarse con los tres puntos. El Mallorca jugó muy bien la primera parte, pero acusó el calamitoso fallo de Rajkovic que costó el gol de Braithwaite. Bastante batalla tendrá con el fallo en su cabeza el portero serbio, pero ha sido tantas veces salvador que sería un delito recriminárselo más de la cuenta. Quizá por estas cosas, como ya le sucedió en Francia, no está en un equipo de Champions porque la realidad es que es buenísimo.

De lo que no tiene culpa es de la empanada mental con la que salió el equipo en la segunda parte y que facilitó el 2-1 en otro desajuste defensivo. Y ya van demasiados en las últimas jornadas, por cierto. Y por estos detalles cedió ante el Espanyol, ya que después se le hizo cuesta arriba reaccionar, más allá de que los cambios de Aguirre no se notaran. La actuación arbitral tampoco ayudó, ni mucho menos, y ya es curioso que en los dos partidos de este curso ante los ‘pericos’, un club históricamente protestón con los trencillas, el Mallorca haya sido el perjudicado.

Suscríbete para seguir leyendo