Fútbol

Real Mallorca: Muriqi se desespera lejos de Son Moix

Sin generar peligro, impreciso en las combinaciones y demasiado solo, el delantero kosovar baja el nivel como visitante

Muriqi, ante Rajkovic, durante el partido jugado el sábado en el Pizjuán frente al Sevilla.

Muriqi, ante Rajkovic, durante el partido jugado el sábado en el Pizjuán frente al Sevilla. / Europa Press

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

En el Sánchez Pizjuán fue la viva imagen de la frustración, pero lo preocupante es que es una situación que se está empezando a repetir demasiado. El rendimiento de Vedat Muriqi disminuye sustancialmente cuando juega lejos de Son Moix. Está mucho menos arropado, le cuesta mucho más entrar en juego y apenas puede mostrar sus virtudes. 

En el partido ante el Sevilla del sábado (2-0) incluso cometió errores impropios de un delantero de su talento a la hora de combinar con sus compañeros. No tuvo ocasiones y se le vio hacer aspavientos enfadado por algún error con la pelota o por no entenderse con los demás sobre el césped. Badé debería haber sido expulsado por agarrarle nada más comenzar la segunda parte, cuando el kosovar se quedaba solo frente a Bono, pero la realidad es que no creó más peligro. Y esto es algo que ya ha sucedido demasiado desde el parón por el Mundial.

Es la estrella absoluta del Mallorca, lleva ocho de los dieciséis goles del equipo, pero su nivel como visitante no es el mismo que antes. Algo está fallando. Está claro es que no todo es su responsabilidad. Recibe menos balones para rematarlos, una de sus grandes habilidades, pero se le ve más acelerado. Como si sufriera ansiedad, algo que no es lo ideal cuando se trata de uno de los líderes indiscutibles del vestuario. Y sin Muriqi entonado, la realidad es que los bermellones sufren de lo lindo para hacer daño al adversario cuando actúa a domicilio. Es como si el Mallorca y el propio delantero fueran otro. 

Desde el regreso a la competición de la regularidad el 30 de diciembre, ha creado pocas ocasiones a domicilio frente al Getafe (2-0), Osasuna (1-0), Cádiz (2-0) y Sevilla (2-0) que se saldaron con cuatro derrotas. El ariete cuajó una gran actuación ante el Real Madrid en la anterior jornada en Palma, con un enorme despliegue físico, e incluso provocó que Nacho se marcara el tanto en propia puerta con su simple presencia (1-0).

En la isla se parece mucho más al Muriqi que enamora a la afición, aunque también es cierto que no ha regresado al nivel que mostraba en la primera parte de la competición. «Hoy estuvo bien, lleva un tiempo que no estaba. Después del Mundial no llegó bien, incluso creo que le vi un poco fuera de forma, le salió algo en la barriga parecida a la mía, le tuve que tirar de las orejas», llegó a confesar, en tono de broma, el propio Javier Aguirre tras el triunfo frente al vigente campeón de Liga. El técnico bermellón sabía lo que decía. Sin ir más lejos, su último encuentro en la Liga en el que marcó fue el 9 de noviembre ante el Atlético de Madrid (1-0), en un Son Moix entregado a su carisma. Desde entonces, solo anotó en la Copa del Rey en Pontevedra y poco más. Es importante que vuelva a ser decisivo. El Mallorca le necesita.

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