Fútbol

El Mallorca necesita recuperar la mejor versión de Maffeo y Muriqi

El bajo momento de forma del carrilero catalán y la dependencia goleadora del delantero kosovar, dos jugadores clave, penalizan a un conjunto bermellón desconocido tras el parón por el Mundial - Es el cuarto equipo que menos marca de la Liga, con catorce

Muriqi pugna por el balón con Aridane durante el partido ante Osasuna.

Muriqi pugna por el balón con Aridane durante el partido ante Osasuna. / Jesús Diges

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

El Mallorca echa de menos a Muriqi y Maffeo. Disputaron los noventa minutos en la derrota ante Osasuna del sábado (1-0), pero evidenciaron que están lejos de su mejor nivel. El parón por el Mundial les ha sentado mal y eso tiene influencia en el bajón en el rendimiento de los bermellones desde que regresó la Liga. Tanto el delantero como el lateral derecho han sido algunas de las claves de la buena primera vuelta que está cuajando el equipo, con veintidós puntos en diecisiete jornadas, pero la realidad es que en El Sadar confirmaron que su estado de forma no es el de 2022, ni mucho menos.

Sin ir más lejos, en el caso del catalán, uno de los carrileros más destacados de la Primera División desde el curso anterior y que incluso en el verano sonó para clubes con más potencial, el propio Aguirre le dejó en el banquillo ante el Valladolid «por decisión técnica». En Pamplona volvió a estar entre los elegidos, pero quedó claro que no está fino. Y eso que sirvió un fabuloso centro a Jaume Costa en una de las mejores ocasiones ante los navarros, pero poco más. Y ese es el problema. La fractura de tres vértebras en el duelo ante el Espanyol, el 28 de octubre, le obligó a estar lejos del césped durante un mes y medio, aunque tampoco tuvo mucha incidencia porque coincidió con la cita de Qatar y solo se perdió los encuentros ante el Villarreal (0-2) y Atlético de Madrid (1-0), que acabaron con final feliz.

Volvió a jugar ante el Getafe, el 30 de diciembre, pero en ese encuentro estuvo mal, como el resto de sus compañeros, en una de las peores versiones de lo que se lleva de curso (2-0). Quizá por eso fue suplente ante los pucelanos, en beneficio de Gio, aunque jugó la última media hora. Maffeo no irrumpe desde atrás con el mismo peligro, una de las señas de identidad de este Mallorca. 

Por eso necesita recuperar su tono físico para que lo demás fluya, incluidas las ideas sobre el verde. En el minuto siete en el encuentro en El Sadar, tenía un pase claro a Muriqi al corazón del área tras recorrer la banda, pero levantó la cabeza y optó por pasársela a Dani, que estaba muy marcado, para que la acción quedara en nada. Incluso Aguirre aludió a esta jugada en la rueda de prensa posterior al duelo en Pamplona como algo que no puede pasar. Solo es un ejemplo, pero es evidente que los bermellones serán sustancialmente mejores cuando vuelva a estar en su mejor forma.

Maffeo pugna por el balón en el partido ante Osasuna.

Maffeo pugna por el balón en el partido ante Osasuna. / Jesús Diges

Lo de Muriqi llama todavía más la atención porque los focos, como estrella absoluta del equipo, le apuntan mucho más. Lleva ocho de los catorce goles del Mallorca, por lo que sobra recalcar la importancia que tiene, pero no es como antes, ni mucho menos. Es indudable su capacidad de trabajo, combina bien con sus compañeros y pelea por todo, pero algo está fallando. Lo que está claro es que no todo es su responsabilidad. Recibe menos balones para rematarlos, una de sus grandes habilidades, pero se le ve más acelerado sobre el césped. Marcó un gol y dio otro ante el Pontevedra en la Copa del Rey (0-2), pero da la impresión de que en la Liga sufre cierta ansiedad. Quiere ayudar y no puede. Frente a Osasuna hizo aspavientos tras varias jugadas en las que no se entendió con Kang In Lee, Jaume Costa y compañía. Estaba frustrado y eso no es lo ideal cuando se trata de uno de los líderes indiscutibles del equipo. Dispuso de una clarísima oportunidad, de esos que no suele fallar, en el minuto setenta tras un gran robo de Amath, pero no pudo conectar porque el zaguero rozó lo suficiente para impedirlo.

Y sin Muriqi entonado, la realidad es que el Mallorca sufre de lo lindo para hacer daño. Desde el regreso a la competición de la regularidad el 30 de diciembre, ha creado pocas ocasiones en los duelos frente al Getafe, Valladolid y Osasuna, que se saldaron con un triunfo y dos derrotas. No es que antes fuera sobrado en ese sentido, pero es que ahora ha agudizado esta carencia.

 Tiene mucho mérito ocupar la décima posición y estar siete puntos sobre por el descenso -a falta de lo que haga el Cádiz hoy frente al Elche-, con un bagaje tan pobre en ataque. Ha marcado catorce goles y esto se traduce en menos de un gol por choque, algo que multiplica la dificultad para ganar partidos.

Solo el Valladolid -trece-, Cádiz-once- y Elche-diez-, precisamente, llevan menos. Es una de las grandes asignaturas pendientes que debe resolver para seguir lejos de la parte baja de la clasificación. La suerte es que a nivel defensivo está a la altura de los mejores. Solo ha encajado dieciséis, una cifra sensacional y que solo supera el Barcelona -seis-, Villarreal -trece-, Betis -trece- y que iguala al Real Madrid, Atlético y Osasuna, que miran hacia arriba en la tabla. No todo iba a ser malo.

Suscríbete para seguir leyendo