Fútbol

Real Mallorca: Abdón, que grande eres

El artanenc marca el gol del triunfo del Mallorca con un gran cabezazo en el minuto 93 ante el Valladolid y desata la locura en un Son Moix entregado - Los bermellones estuvieron lejos de su mejor nivel frente a los pucelanos, que estrellaron un balón en el larguero - Los de Aguirre alcanzan la friolera de veintidós puntos en dieciséis jornadas, guarismos de salvación sobrada

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Hace tiempo que Abdón Prats Bastidas se ha ganado el calificativo de leyenda del Mallorca. Anoche la volvió a alimentar en un final tan bonito como inesperado, al más puro estilo del delantero de Artà, para dar un triunfo de oro a los suyos (1-0). No es el gol del ascenso ante el Dépor, ni aquella genial chilena ante el Almería, ni mucho menos el tanto ante el Rayo que daba opciones de salvación, estos dos últimos también en el descuento, pero el cabezazo del canterano ya es eterno. 

Pasarán los años y, cuando se hable de su carrera, se añadirá lo que sucedió en Son Moix ante el Valladolid. Fue una locura, como solo sabe hacerlo este hombre de 30 años. Se besó el escudo nada más cabecear la falta lanzada por Kang In Lee y batir a Masip por puro amor a unos colores. Está viviendo el sueño que tenía desde niño, de esos que pocos pueden cumplir, para escribir una historia que no tiene fin. Con este triunfo, los bermellones suman la friolera de veintidós puntos en apenas dieciséis jornadas, unos guarismos de permanencia sobrada que aportan mucha tranquilidad para el futuro inmediato. Abdón, que había entrado poco antes por Muriqi, solucionó un encuentro en el que los de Aguirre no estuvieron nada finos, sobre todo en ataque, frente a un rival que llegó a estrellar un balón en el larguero, por mediación de Kike. Pero en ese minuto 93:32 llegó el éxtasis, con muchos hinchas ya fuera del estadio para ahorrarse el atasco, para conquistar un triunfo vital. El inicio de la primera parte engañó a los aficionados. El Mallorca empezó intenso, con toda la intención del mundo de adelantarse y vivir más tranquilo el resto del encuentro. 

La sorprendente apuesta de Aguirre por Gio y Amath de inicio en el lugar de los intocables Maffeo y Kang In Lee no se notaba. Dani remató fuera en una buena llegada y después el propio Amath, el mejor de los suyos, despertó las esperanzas, pero nada más lejos de la realidad. El duelo fue decayendo a medida que pasaban los minutos y el rival sabía perfectamente lo que tenía que hacer, que era esperar para pillar desprevenidos a los Raíllo, Valjent y compañía para tratar de hacer daño. 

Y precisamente un error de Copete provocó una peligrosa acción que Sergi Guardiola, que reclamó penalti del andaluz, no pudo resolver. Eso sí, el ariete mallorquín del Valladolid dispuso de una buena oportunidad, la mejor del primer acto, con una media vuelta dentro del área que se fue desviada. 

Los bermellones, con un Galarreta imperial, tenía la posesión, pero en una zona en la que el adversario se sentía cómodo. Y esto hizo vivir minutos soporíferos en el estadio con un Mallorca sin profundidad, con los carrileros demasiado tímidos. 

Daba la sensación de que si el Mallorca apretaba un poco más se llevaría el encuentro. Muriqi no pudo cabecear con comodidad un centro de Jaume Costa, pero al menos ya era una declaración de intenciones nada más regresar al césped. Los locales lo fueron confirmando con su juego, mucho más dinámico y tratando de generar peligro por las alas. Ya era hora. Dani probó fortuna con un buen zurdazo y después, tras un rechace en un saque de esquina, Amath envió fuera su volea. Eso sí, Fresneda asustó con una buena contra en la que Raíllo se cruzó milagrosamente cuando tenía toda la portería para chutar.

Aguirre introdujo a Maffeo y Kang In Lee, pero en Son Moix se hizo el silencio cuando Kike, que había entrado hacía poco, estrelló su disparo en el larguero. El fútbol tiene estas cosas. Cuando mejor estaba el Mallorca, los pucelanos estuvieron más cerca del gol que nunca. 

Sin embargo, la pelota seguía siendo de forma descarada de los baleares, más ofensivos que nunca con Aguirre, pero tenían que hacer más, mucho más. De hecho, siguieron percutiendo en acciones a balón parado. Había que aprovechar el guante que posee Kang, que con su presencia dio otra cara a su equipo, en la izquierda. En el primero un testarazo de Copete se fue ligeramente alto tras un córner. Y después Baba remató con el cogote en una jugada bien ejecutada.

Aguirre quemó sus naves con la entrada de Kadewere, que debutó en casa seis meses después de su fichaje, por Amath. Quedaba un cuarto de hora y no había tiempo que perder, aunque también parecía que el esfuerzo copero del miércoles en Pontevedra, con prórroga incluida, estaba pasando factura. Kadewere se presentó con una formidable acción individual que finalizó con un tiro que atrapó Masip. El problema es que el Mallorca ya no iba a más, le faltaban pilas y el Valladolid lo aprovechó para dormir el choque todo lo que pudo.

Y ya en el descuento, Kang In Lee soltó un gran chut que despejó Masip con acierto. Parecía el último coletazo del encuentro, pero el destino le quiso hacer un gigantesco guiño al Mallorca. El coreano lanzó una falta y Abdón, en el corazón del área pequeña, se sacó de la chistera un testarazo para el recuerdo. Un golazo que vale una victoria de las que suponen mucho más que tres puntos. Qué gozada.

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