Fútbol

Abdón da vida al Mallorca en la Copa del Rey

El delantero de Artà, que entró en la segunda parte, rompe en la prórroga con su gol la resistencia del Pontevedra, y regala el segundo gol a Muriqi

Kadewere disputa el balón en la primera parte.

Kadewere disputa el balón en la primera parte. / Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Abdón y Muriqi, que entraron en el tramo final del encuentro, fueron decisivos en la victoria y clasicación para octavos de final de la Copa del Rey ante un bravo Pontevedra. El conjunto gallego solo se rindió en la prórroga, después de plantar cara todo el partido. El delantero de Artà volvió a ser clave al marcar el primer gol, el más difícil, y el que tumbaba a los locales a los seis minutos del tiempo suplementario. 

Entró al partido el Mallorca sin contemplaciones y con una misión clara, marcar lo antes posible para no complicarse la eliminatoria. A priori, la empresa no parecía ser muy difícil porque enfrente había un rival que está luchando por no descender a la Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español. Pero, como suele ocurrir en los partidos de Copa a un solo partido, el pequeño se hace grande por momentos y planta cara al rival de mayor enjundia. 

Lo ha intentado el Mallorca en la primera parte. Sin gozar de ocasiones claras de gol, ha acechado en todo momento la portería defendida por Álvaro Cortés. Sobre un terreno cada vez en peor estado por las lluvias caídas en Pontevedra en los últimos días, los hombres de Javier Aguirre, la mayoría suplentes (todos menos Copete y Galarreta) fueron los dueños del balón. Pero, solo Galarreta a los ocho minutos, Kadewere a los 11 y Grenier en el 36 pusieron en algún apuro al guardameta gallego.

El Pontevedra, por su parte, lo tenía claro: juego en largo y olvidarse del centro del campo, donde la mayor calidad técnica de los mallorquines se imponía siempre. Pelotas con dirección a la portería de Greif que casi nunca eran aprovechadas por los delanteros locales, entre ellos Jon Bakero, hijo del que fuera jugador de la Real Sociedad de Ormaetxea y del Barcelona de Cruyff, En una de esas accionces, el Pontevedra gozó de su oportunidad en el minuto 19 cuando Martín Diz remató sin oposición a la portería de un Greif bien colocado. Fue la única vez que el conjunto local llegó con claridad al área mallorquinista. El Mallorca pudo comprobar que a un partido todo se iguala y que la diferencia de categoría pasa a un segundo plano. Que se lo digan al Rayo, Getafe y Elche, eliminados por equipos de inferior categoría.

El Mallorca lo pasó mal ante un rival que jugaba el partido de su vida y que se veía con opciones de pasar la eliminatoria con el paso de los minutos

La segunda parte ha empezado con susto. Greif ha evitado que el Pontevedra se adelantase al lucirse a cabezazo de Román. Fue un aviso. Cualquier despiste se podía pagar muy caro. Poco después ha llegado la jugada polémica del partido. Un centro de Kang, que entró por Kadewere, fue a parar a la mano derecha de Araujo, con el brazo extendido. La infracción fue clara, pero Del Cerro se desentendió, y como que en la Copa no hay VAR, a otra cosa mariposa. La jugada no acabó ahí porque el balón fue a parar a las botas de Amath, que remató y obtuvo como respuesta un paradón del guardameta local. Se volvió a lucir en el 59 en una falta landa por Grenier.

Aguirre movió el banquillo y en el 65, Dani y Abdón entraron por Ángel y Amath. El duelo olía cada vez más a prórroga, para desgracia de un Mallorca que no sabía cómo meter mano a un rival envalentonado y que se lo estaba creyendo. A ocho minutos del final Aguirre quemó todas su naves con la entrada de Muriqi por Grenier. Abdón la tuvo a cinco del final, pero de nuevo Cortés evitó el gol rojillo. También la tuvo el Pontevedra por medio de Abelenda, que remató mal un balón envenenado. La prórroga era inevitable. 

Los treinta minutos suplementarios comenzaron con una clara ocasión de Abdón, pero Charles se interpuso en el remate del artanenc. El Mallorca fue a por todas. No quería ir a la lotería de los penaltis. Y logró su objetivo en el 96 cuando Abdón remató con la derecha un centro de Muriqi en una jugada iniciada en un robo de balón de Kang. Costó, pero el objetivo de ponerse por delante en el marcador estaba conseguido. Y llegó un segundo gol siete minutos después. Esta vez se invirtieron los papeles y fue Abdón el que regaló el gol al kosovar. El partido y la eliminatoria estaba decidido. El Mallorca estará en octavos de final.

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