El que fuera masajista del Real Mallorca durante 32 años, Jaume Pedrós, ha fallecido este miércoles en su domicilio de Son Móger, en Santanyí. Natural de Lleida, tenía 86 años, y estuvo ligado a la entidad bermellona desde 1969 a 2001, compaginando su tarea en el club con su trabajo en la Policlínica Miramar. La noticia ha sido difundida hoy por el periodista y amigo Matías Adrover.
Pedrós vivió algunos de los mejores y peores momentos de la centenaria historia del Mallorca. Era el masajista en el equipo que militó en Tercera División a finales de la década del siglo pasado y también fue protagonista en el ascenso a Primera División en la temporada 82-83, en una plantilla entrenada por el francés Lucien Müller y formada por jugadores como Tirapu, Mallo, Riado, Morey, Barrera y Gallardo, entre otros.
Pedrós coincidió en el club con entrenadores de la talla Koldo Aguirre, Benito Joanet, Marcel Domingo, Ivan Brzic, el citado Müller y, sobre todo, con Serra Ferrer durante casi una década. El entrenador pobler le recuerda como una persona "que respetaba mucho el vestuario, siempre ameno con los futbolistas".
En su etapa en el Mallorca coincidió con entrenadores como Serra Ferrer, Luis Costa, Ivan Brzic, Benito Joanet y Marcel Domingo, entre otros
Una de las anécdotas más recordadas de Jaume Pedrós en su etapa en el Mallorca fue en un partido a finales de la década de los 70, en un partido entre los rojillos y el Acero. Luis Costa, entrenador de aquel equipo, se dirigió a su jugador Mariano antes del lanzamiento de un córner del equipo valenciano: "Mariano, al 4", con la mala suerte de que fue el 4 el que marcó en esa jugada. El árbitro de aquel partido, Ramón Guitart, anuló el gol, provocando el enfado de los aficionados locales. Uno de ellos entró en el terreno de juego con un paraguas y agredió al colegiado, que quedó tendido en el suelo. Fue entonces cuando Pedrós entró con la intención de reanimarle. Lo consiguió momenbtáneamente dándole unos toquecitos en la cara y tirándole agua. Pero cuando despertó y vio a Pedrós, se desmayó.
Pedrós, retirado en 2001, era una persona muy querida entre el mallorquinismo, y hasta hace unos pocos años era habitual verle en las comidas de veteranos que anualmente celebra la asociación.
