Lo que a priori parecía que tenía que ser un partido asequible, sin duda el más fácil de cuantos quedan hasta el parón de mitad de noviembre por la disputa del Mundial de Catar, la destitución de Francisco Rodríguez en el Elche tras la derrota el lunes ante el Rayo Vallecano (2-1) convierte la cita del próximo lunes en el Martínez Valero ante el colista en un duelo repleto de trampas. 

El club ilicitano, propiedad del empresario argentino Christian Bragarnik, busca un entrenador para sentarse en el banquillo ante el Mallorca con la misión de enderezar una situación que, pese a encontrarnos todavía en la séptima jornada del campeonato, empieza a ser agobiante. El Mallorca visitará a un Elche con urgencias. Sus cinco derrotas consecutivas, que no enlazaba en Primera desde la temporada 88-89, en la que acabó descendiendo como colista, y el único punto que figura en su casillero de 21 en juego -conseguido en la segunda jornada en su estadio ante el Almería-, hacen que el partido para los alicantinos sea poco menos que una final.

El Elche ha perdido de forma consecutiva ante Real Sociedad (0-1), Villarreal (4-0), Athletic (1-4), Barcelona (3-0) y Rayo Vallecano (2-1), con el gol de los rayistas en el minuto 95 que ha precipitado la caída de Francisco.

En las cuatro últimas temporadas en las que el Elche compitió en Primera nunca había enlazado tantas derrotas consecutivas, aunque sí tuvo rachas de numerosas jornadas sin ganar, como los 16 partidos del curso 2020-21 que igualaron los del campeonato 1988-89.

El Mallorca se encontrará el próximo lunes un ambiente enrarecido, pero a la vez un equipo con ilusiones renovadas por el relevo en el banquillo, que se espera siempre que suponga un cambio de rumbo en la trayectoria del equipo. Pese a que la derrota en Vallecas se produjo prácticamente con el tiempo cumplido, la imagen del equipo fue bastante pobre, como en las cinco anteriores jornadas en las que fue incapaz de lograr un mísero punto.

Desde la temporada 88-89 el Elche no enlazaba cinco derrotas, una racha que confía romper ante el Mallorca con el cambio de entrenador

Francisco ha pasado en solo cinco meses de vivir una plácida permanencia en Primera División que debía confirmar la llegada de una nueva edad de oro para el conjunto ilicitano, que este año celebra su centenario, a una destitución fulminante tras un pésimo inicio. El entrenador almeriense, que ha permanecido casi once meses en el cargo, cayó de pie en el Martínez Valero y fue señalado por jugadores y afición como el gran artífice del éxito deportivo. Con Francisco en el banquillo, el Elche nunca estuvo en zona de descenso y logró asegurar la continuidad en Primera con relativa tranquilidad a falta de tres partidos para la conclusión del campeonato, además de lograr el récord de puntos del equipo en Primera.

El almeriense firmó su renovación por una temporada con la ambición de echar raíces en el club y aspirar a mayores logros deportivos, pero su proyecto comenzó a venirse abajo en la pretemporada. Los refuerzos se hicieron esperar, muchas de las primeras opciones se evaporaron y varios jugadores sufrieron lesiones importantes que complicaron su puesta a punto para el inicio de la competición.

El calendario, muy exigente en el inicio, hizo el resto, ya que cinco de las seis primeras jornadas del equipo ilicitano depararon duelos ante conjuntos de la parte alta de la clasificación. Goleadas como las sufridas ante Villarreal (4-0) y Athletic (1-4) confirmaron que el equipo ya no competía como el pasado curso. El nuevo entrenador tendrá trabajo extra para levantar la moral de una plantilla desmoralizada.

Jaume Costa

Definitivamente, el lateral mallorquinista causa baja para el partido del próximo lunes en Elche tras la lesión muscular que le obligó a retirarse ante el Barcelona, y está por ver si llega al duelo del día 15 ante el Sevilla en Son Moix. Cufré, que debutó el sábado ante el Barça, será su sustituto.