Xisco Campos será homenajeado este sábado en la previa del partido entre el Mallorca y el Girona. El histórico capitán del doble ascenso de Segunda B a Primera, entre 2017 y 2019, y que colgó las botas al final de la pasada temporada, hará el saque de honor en Son Moix para que reciba los aplausos y el cariño del mallorquinismo. Campos, que ahora es el ayudante de Julián Robles en el filial bermellón, en la Segunda RFEF, no había tenido la ocasión de despedirse porque abandonó el club en plena pandemia para jugar en el Pontevedra y en el Zamora, donde se retiró. Campos, de 40 años, se formó en las categorías inferiores del Mallorca y debutó en Primera División el 14 de noviembre de 2004, cuando uno de los 'dioses' del mallorquinismo, Héctor Raúl Cúper, le dio esa posibilidad en un partido ante el Atlético de Madrid en Palma que finalizó en empate a uno.

Después no pudo tener continuidad en Son Moix y se vio obligado a marcharse para jugar en el Levante, Écija, Murcia, Castellón, Nàstic de Tarragona y Ponferradina. Campos fue uno de los reclutados por el director deportivo Javi Recio en el verano de 2017 para tratar de levantar a un Mallorca traumatizado y que acababa de tocar fondo con el descenso a Segunda B. Con el conjunto bermellón vivió dos ascensos consecutivos, siendo indiscutible en la categoría de bronce formando pareja con Raíllo, y una pieza clave en el vestuario por su influencia sobre sus compañeros, ejerciendo de líder. Además, volvió a jugar en Primera División, ya con 37 años, en 2019 y vestido de bermellón en un duelo ante el Eibar.