Tan solo se llevan disputadas dos jornadas de Liga y las polémicas por las decisiones arbitrales ya han sacado de quicio a varios equipos de Primera. Penaltis inexistentes, diferencia de criterios en las decisiones y falta de concordancia entre lo prometido a través del Comité y lo reflejado en el terreno de juego. El sábado, en el Mallorca-Betis, dos penas máximas–una de ellas clara y la otra difícilmente comprensible– sacaron a los bermellones del partido.
Jaume Costa, quinto capitán del conjunto de Aguirre pero una de las voces más autorizadas dentro del vestuario, hizo un llamamiento tras el partido, ya con las revoluciones más bajas, en las que reclamó «ayuda» hacia los árbitros, a los que considera «indefensos» en el terreno de juego, a la vez que criticó que el VAR «ha arreglado poco» desde su llegada, solicitando que los criterios arbitrales fueran iguales en todos los partidos.
«Cuando llevas tantos años en esto aprendes a empatizar con los árbitros y con diferentes tipos de situaciones que son incontrolables, pero llega en un momento en el que te frustra que haya decisiones tan diferentes en tantos partidos», explicó en la sala de prensa de Son Moix.
Y es que las dos penas máximas que le señalaron al Mallorca contradicen las palabras del presidente del Comité de Árbitros Medina Cantalejo, que habló en verano para informar de los cambios en el reglamento, aclarando que se acabarían con «los penaltitos», es decir, aquellos que no fueran muy evidentes.
Y es que solo en la jornada del sábado, se señalaron siete penaltis en tres partidos. En Son Moix, el primero de ellos, por mano de Battaglia, tiene poca discusión. El argentino cortó el avance de Juanmi con el brazo y su propia reacción, quedándose parado, eliminó cualquier tipo de duda. El problema reside en que este tipo de infracciones igual no se señala en otros partidos, algo sobro lo que también protestó Costa. «Vino el VAR y para mí ha arreglado poco porque los árbitros siguen indefensos. Nos vienen a dar una charla a principio de temporada y nos dicen unas cosas, y luego en el campo se ven otras», lamentó.
El segundo penalti, por supuesto derribo de Battaglia sobre Fekir, fue el que colmó el vaso de la paciencia de los bermellones. Una falta que se inició fuera del área y que bajo ningún concepto podía acabar en infracción en contra del conjunto de Aguirre. «Quiero que les ayuden (a los árbitros) a hacer un trabajo mejor, a que unan criterios arbitrales para que no hayan tantos problemas. El VAR vino para eliminarlos y al final están los mismos. ¿Para qué sirve? Que aúnen decisiones porque al final nos frustramos», reflexionó.
Pese a la crítica, sin referirse a lo sucedido minutos antes en el encuentro ante los de Pellegrini, el lateral valenciano defendió la labor de los colegiados. «Quiero tirar una lanza en favor de los árbitros, los considero compañeros de profesión y sé que su trabajo es muy difícil. Intento hablar mucho con ellos dentro del campo y les pido perdón porque a veces soy muy caliente, pero ellos me entienden. Están indefensos en el campo, con miles de aficionados gritándoles, con 22 jugadores chillándoles y al final ellos están solos», concluyó.
