Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PRIMERA DIVISIÓN

Manolo Reina: «Vicente Moreno es mi padre futbolístico. Luis García, un entrenador»

«Me dolió muchísimo la forma de ir al banquillo, no entendí que me sustituyeran por el chico del filial», reconoce el ya exportero del Real Mallorca

Manolo Reina y Salva Sevilla se despiden del Mallorca tras cinco años. MANU MIELNIEZUK

En estas cinco temporadas son muchos los jugadores que han pasado por el club, pero el Mallorca ha pensado en Salva y en usted para este homenaje. ¿Cómo lo ha vivido?

Muy contento por el calor de una afición que desde el primer día nos han tratado muy bien. Al final son ellos los que tiran de todo esto.

El día del partido ante el Rayo, ¿se olía que iba a ser su último encuentro en Son Moix?

Sí, lo sabía. Obviamente lo viví de una manera especial, sobre todo por cómo se dio. La verdad es que fue una pasada y lo recordaré siempre. Al final Abdón siempre está ahí para sacar las castañas del fuego, es un jugador al que hay que valorar mucho más porque siempre está ahí, trabajando a la sombra. Aporta mucho, pero siempre parece que cuesta que confíen en él.

¿Ha sido su temporada más complicada?

Sí, ha sido una temporada muy difícil porque se especuló mucho. Todos los porteros tenemos fallos, pero mi suplencia se rodeó de algo muy extraño… Que si era mal compañero, que si no iba a ayudar en el vestuario… Todo eso me dolió y se me hizo duro, pero lo que más me dolió fue la suplencia en sí. La forma de sentarme, en ese momento en el que, personalmente, tampoco creo que estuviera haciéndolo tan mal. Los números están ahí. Llevaba jugados 18 partidos y seis de ellos con la portería a cero. 

Con su experiencia, ¿tan mal lo llevó?

Mucho. Más que nada porque está Leo, que es muy buen portero, pero es el chico del filial y no me veía tan mal como para tener que llegar a esa decisión tan drástica. Yo le había dado mucho al Mallorca, puede ser que no estuviera en un muy buen momento, pero tampoco en uno tan crítico. Me dolió muchísimo la manera de ir al banquillo, ante un Levante con el que nos jugábamos mucho. Leo es un pedazo de portero y seguro que el Mallorca va a tener la portería asegurada durante muchísimos años con él, pero en ese momento me pareció todo muy raro porque nunca había jugado en Primera. 

¿Pensó que ya nunca más volvería a vestir esta camiseta?

Muchísimas veces. Me lo planteé y de hecho me tiré muchas noches sin dormir. Durante cuatro meses me desvelaba a las cuatro de la mañana y me tenía que ir a ver la televisión. Lo he pasado muy mal. Cuando uno lo entrega todo y pasan cosas que considera injustas, ante las que tampoco puedes pronunciarte, duele. Yo solo intentaba darle la vuelta a la situación, pero no sabía de qué manera. Si no estás bien, te cambian y lo aceptas, pero todo había pasado de una manera un tanto extraña y opinaba que no era del todo justo. Yo creía que no iba a volver a vestir nunca más esta camiseta, pero mi mujer me decía: «Tranquilo, que al final vas a jugar y lo vas a salvar tú». «Ana, deja de consolarme,», le contestaba. Y mira, al final ha sido así.

Cuando Aguirre le dice que va a ser titular en el Pizjuán, ¿cómo se queda?

Pues, si te soy sincero, pensé: «¡Buah! ¡Vaya marronazo!» Las cosas estaban muy difíciles en ese momento, pero empecé a asimilarlo y me dije, es el momento de tirar del equipo, soy capitán y es en estos momentos en los que hay que estar a la altura.

¿Fue el guion perfecto?

La verdad es que no lo sé. Yo estaba nerviosísimo. No quería por nada del mundo volver a bajar, sabía que iban a ser mis últimos partidos y no quería descender otra vez. El partido del Pizjuán se me quedará por siempre grabado. Sacamos ese puntito que al final fue crucial para la salvación,

¿Se esperaba estas formas del club para anunciarle su adiós?

Creo que después de todo lo que hemos hecho aquí nos merecíamos un poco más de respeto y que nos dijeran las cosas claras. Yo ya había hecho mi camino porque me lo podía imaginar, pero te duele porque has dado mucho.

¿Cree que con un descenso sí hubieran contado con usted?

Eso deberían contestarlo ellos, pero independientemente de que tomaran una decisión u otra, nos debían haber dicho algo antes. Nosotros íbamos a seguir dándolo todo en el equipo, tanto nos quedáramos, como nos marcháramos.

¿Qué queda del vestuario que se creó hace 5 años en Segunda B?

Poquito o nada. A medida que vas subiendo de categoría se diluye… Ya no se puede comparar. Esta temporada no ha sido mala, pero hay que ser honestos y reconocer que no hemos tenido ese grupo que teníamos antes. No ha habido problemas, pero el ambiente que había en los años de Segunda B y Segunda, no era el mismo. Entonces éramos una familia. Queda Raíllo, queda Abdón y Lago cuando vuelva, pero desgraciadamente en los clubes suele pasar esto, no se cuida a la gente que tanto les da.

Entre ustedes, entre todos esos jugadores que bajaron al barro… ¿Siempre existirá una relación especial?

Evidentemente. Nos veremos dentro de 20 años y seguiremos igual. El de Segunda B fue un año muy duro, de campos de césped artificial, de barro… Pero congeniamos. Íbamos todos a una y no había egos ni nada por el estilo. Éramos todos una familia.

¿Cuál ha sido el momento más feliz de su etapa en el Mallorca?

Supongo que es típico decir que te quedas con los ascensos, pero es la realidad. La permanencia de este año también ha sido muy bonita, sobre todo por toda la situación que he vivido durante la temporada, ha sido un gran alivio para mí.

¿Y el más duro?

Mi suplencia esta temporada. Lo pasé muy mal. Me tiré un tiempo bastante jodido y no por no jugar, porque no me voy a enfadar a estas alturas por estar en el banquillo, fue por las formas, todo se dio en extrañas circunstancias y no encontraba una explicación. Intenté buscar el porqué y la verdad es que me acabé volviendo un poco loco.

¿Nunca le preguntó a Luis García los motivos?

Cuando juego no le pregunto al entrenador por qué me elige, así que cuando no lo hago, tampoco. Sé que había tenido malos partidos antes, pero justo en el momento que lo hace, creo que no me lo merecía. Para poner a Leo, la verdad que no lo entendí. 

Defina a Vicente Moreno en una palabra.

Para mí es como mi padre futbolístico.

¿A Luis García?

Es un entrenador al que tuve muchos años en el Levante y aquí. Esa es la relación que tengo.

¿Javier Aguirre?

Por lo poco que lo conozco, un fenómeno.

Solo puede quedarse con uno, ¿con quién?

Con Vicente Moreno, pero muy claro. 

¿Qué amigo se lleva de este vestuario?

Me llevo muchísimos, pero si solo puedo decir uno, Abdón.

¿Qué parada nunca olvidará?

La del Deportivo.

¿Un rincón de la isla?

Cala Mago.

¿Le seguiremos viendo por Mallorca?

Sí, seguro. No tenemos casa, pero nos venimos al hotel.

¿Cuál es el jugador que ha pasado en estos cinco años con más calidad del plantel?

Salva Sevilla, sin ninguna duda.

Manolo Reina, junto a Abdón Prats, en el día de su despedida en Son Moix. MANU MIELNIEZUK

¿CUÁNTO CONOCE REINA A SALVA SEVILLA?

¿Su fecha de nacimiento?

Diría que es por febrero, pero el día no lo sé.

¿En qué equipo estaba antes de aterrizar en el Mallorca?

En el Espanyol.

¿A qué equipo se va ahora?

Al Alavés.

¿Cómo se llaman sus hijos?

Hugo, Fabio y Vera.

¿Su mujer?

Vicky.

¿Cuál ha sido su peor lesión?

Creo que los isquios, pero poca cosa, nos han cuidado bien las lesiones.

¿A qué se dedicará una vez se retire?

A lo que él quiera.

¿Qué no aguanta de un compañero en el vestuario?

Que diga muchas tonterías.

No le debía aguantar mucho...

(Ríe).

¿Su frase favorita?

Bicho.

¿Su trago favorito?

La Coca Cola.

¿Su comida favorita?

La paella.

Compartir el artículo

stats