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Primera División

Real Mallorca: La encrucijada Muriqi

El Mallorca busca fórmulas para el fichaje del kosovar, entre las que figuran la cesión, facilidades de pago del Lazio o abonar menos de los 12 millones de opción de compra

Vedat Muriqi. GUILLEM BOSCH

El caso Muriqi tiene pinta de convertirse en el gran culebrón del verano en el mercado de fichajes del Mallorca. Su buen hacer en el medio año que ha vestido la camiseta bermellona, su adaptación al club y su idilio con la afición provocan que la dirección deportiva que encabeza Pablo Ortells le considere la mayor de las prioridades para la temporada que viene. Pero son muchos los factores que confluyen en unas negociaciones que se esperan complejas y largas. 

El Mallorca lo quiere por menos de los doce millones de euros que estipuló la Lazio como opción de compra en el contrato de cesión; él quiere quedarse en la isla; y el conjunto romano, que desembolsó veinte millones por sus servicios en 2020, no quiere perder dinero.

Como es habitual en los mal llamados equipos pequeños, el precio es el gran escollo al que se enfrenta la entidad bermellona. En la actualidad, doce millones por un delantero que ha rendido es una minucia comparado con las estratosféricas cifras que manejan los poderosos, pero para las arcas de un club como el Mallorca es una apuesta muy arriesgada

La búsqueda de una fórmula para abaratar el fichaje y que convenza a la directiva que preside Claudio Lotito no es sencilla. La Lazio es uno de los clubes punteros en Italia y no anda necesitado de liquidez de manera inmediata. Sin embargo, son conscientes de que el rendimiento del ariete kosovar en la Liga española ha servido para que se revalorice, por lo que tampoco van a regalarle.

El precio que piden, doce millones, no es casualidad: tras pagar veinte a cambio de sus servicios al Fenerbahçe en 2020 y hacerle un contrato por cinco años (2025), la amortización sale a cuatro millones por año. Como esta es su segunda temporada con el club italiano, quedan tres años por compensar –de ahí los doce millones–. 

Desde Italia han apuntado en los últimos días a que el club biancocelesti estaría dispuesto a rebajar la cantidad inicial. O como poco, estipular formas de pago alternativas que sean favorables para ambos, haciendo que uno no pierda su inversión y el otro no tenga que cometer una locura para su economía.

Ahí entra en juego la sintonía entre ambas directivas, ya que el club bermellón tiene unos recursos limitados. Y no hará locuras económicas, siguiendo la línea sobria de fichajes que ha seguido la propiedad americana desde su llegada a la isla. Pero parece que este año se han dado cuenta de la importancia y valor que tiene el pertenecer a la Primera División. 

Sin embargo, no quieren que esta operación, por muy necesaria que pueda parecer al cuerpo técnico, secuestre otras incorporaciones, ya que son muchos los fichajes que debe hacer el equipo tras la marcha de varios jugadores. Y si los recursos actuales no llegan, otras operaciones pueden ampliar la cartera bermellona. Además de los derechos por televisión (entre 45-50 millones de euros) y el 15% del crédito del CVC destinado a mejorar la plantilla, hay otros ingresos previstos.

Antes de que acabe junio Osasuna debe liquidar la deuda pendiente del traspaso de Budimir, al igual que el Mallorca por Amath con el Getafe. Pero la venta de activos también puede inyectar dinero. Maffeo y Kang In Lee son los dos jugadores con más mercado actualmente de la plantilla. 

El lateral catalán, una de las sensaciones de la Liga en su puesto, ya es propiedad del Mallorca tras abonar la cláusula obligatoria de compra de 3’5 millones al lograr la permanencia. Sin embargo, no le faltarán novias este verano que quieran hacerse con sus servicios por alrededor de mínimo de 8 millones.

En el caso del surcoreano, su deficiente temporada, muy lejos de los esperado, y su escasa sintonía con Javier Aguirre provoca que pueda ser uno de los futbolistas con los que el club quiera hacer caja. En su caso, todo sería beneficio al haber llegado libre el verano pasado

Pero como en todo, la opinión del gran protagonista tiene mucho peso. Tal y como confirmó Javier Aguirre poco después de conseguir la permanencia, Muriqi quiere verse vestido de bermellón. Y su presión por facilitar el fichaje puede ser clave para que las negociaciones concluyan de manera satisfactoria. Prorratear el pago de los doce millones en varias temporadas puede aliviar el coste anual. 

Otra de las opciones que se maneja, muy lejana todavía, es en el caso de no poder llegar a la cifra reclamada, volver a solicitar una nueva cesión con otras condiciones, ya que el jugador es del agrado total del mexicano, que desea que el delantero de Kosovo sea una de las piedras angulares de su proyecto el curso que viene. 

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