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Primera División

Javier Aguirre, un cambio a tiempo

El entrenador mexicano cumple con su cometido al lograr la salvación y se gana seguir la temporada que viene

Javier Aguirre, durante una sesión en Son Bibiloni. rcdmallorca

Llegar y cumplir. No se le pudo pedir más a un entrenador que llega casi en el tiempo de descuento con la misión de reflotar a un equipo hundido anímicamente y asomado al descenso. Eso es lo que ha conseguido Javier Aguirre en el Mallorca. Con un estilo de juego práctico y nada vistoso, el mexicano ha logrado dejar al Mallorca en Primera División. Y con ello garantizarse su continuidad en el banquillo el curso que viene. 

La traumática marcha de Luis García supuso un duro golpe para la afición, que vio como el gran artífice del ascenso a Primera decía adiós. En su lugar aparecía Aguirre, un técnico radicalmente distinto tanto en forma como en estilo de juego. Su gran baza era que se le podía considerar ‘experto’ en salvar a equipos del descenso. Y el tiempo le ha dado la razón. Trece puntos de veintisiete –cuatro victorias, un empate y cuatro derrotas– que han servido para romper la maldición de ‘equipo ascensor’. 

Sobrio y tranquilo en la banda, la experiencia le ha dado la sabiduría necesaria para situaciones de infarto. La fórmula ha sido clara: cerrojazo al canto y primar la defensa al ataque. Y por encima de todo, levantar la moral de un grupo hundido, al que las piernas ni las cabezas les respondían y que venía de siete derrotas consecutivas. El equipo estaba en descenso y visitaba el campo del Getafe. Y los inicios fueron complicados.

Debutó con derrota en Getafe (1-0), para luego ganar al Atlético (1-0) en Son Moix. La derrota en Elche fue un palo muy duro (3-0), pero de nuevo el triunfo frente al Alavés (2-1) permitía equilibrar la balanza. La visita al Camp Nou (2-1) dejó claro que ese partido no era el objetivo, pero lo que vino después fue un mazazo. Humillación ante el Granada (2-6) y la salvación parecía una quimera. Luego llegó el cambio de cromos, el empate rejuvenecedor en Sevilla (0-0) y el triunfo ante el Rayo (2-1), adornado con la decisiva victoria en Pamplona (0-2). 

Aguirre, que dirigirá el curso que viene al Mallorca, es ahorrador en palabras, especialmente en sala de prensa, pero ha conseguido la permanencia, que no es poco, en nueve partidos. Ahora tiene por delante un complicado verano de planificación y entrenamiento. La temporada que viene hará falta mucho más para no volver a la misma historia. Pero por ahora puede darse el gusto de disfrutar de unas cortas vacaciones.

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