El Real Mallorca es de Primera División. Su triunfo en el Sadar (0-2) en la última jornada de competición, con goles de Ángel Rodríguez y Grenier, ha obrado el milagro. Los bermellones logran la permanencia y volverán a jugar la temporada que viene en la máxima categoría del fútbol español.

El triunfo del Mallorca se suma a la victoria del Cádiz en Mendizorroza (0-1) y al empate del Granada frente al Espanyol (0-0), que deja finalmente a los granadinos, de manera sorprendente, fuera de la máxima categoría.

Tras seis años consecutivos de continuos cambios, por fin los bermellones ponen fin al temido ‘efecto ascensor’. Su peregrinaje comenzó en el curso 2016/17, con la propiedad americana recién llegada y con el equipo en Segunda. Su desastrosa temporada condujo al Mallorca a la división de bronce, donde Vicente Moreno asentó las bases del nuevo proyecto.

En las 18/19, y con el equipo otra vez en Segunda, se logró un ascenso milagroso frente al Dépor que devolvió al equipo a la máxima categoría tras seis temporadas sin pisarla, sin embargo se trató de un ascenso efímero, pues el conjunto bermellón cuajó un curso gris con el que no pudo lograr el objetivo.

Oliván, Reina y Budimir, en un lance del partido. Jesús Diges

En la 20/21 Luis García tomó las riendas. El madrileño firmó una temporada brillante y logró el ascenso directo luchando hasta la última jornada por el campeonato con el Espanyol, pero este curso su intermitente trayectoria obligó a la directiva bermellona a buscarle un sustituto a falta de nueve jornadas para el final del campeonato. Llegó Javier Aguirre y el mexicano hoy ha obrado el milagro.