Relajado. En su habitual tono dicharachero y "con muchas ganas". Así ha comparecido Javier Aguirre, técnico del Real Mallorca, en la previa del trascendental partido que su equipo afronta mañana en el Sadar. "Estamos con la tensión normal que provoca el partido más importante de la temporada. El equipo está serio, comprometido y con muchas ganas", ha señalado.

El técnico mexicano ha reconocido que el de mañana será un partido "que decide el futuro de este club". "Si por fin logramos mantenernos sería muy bueno porque hemos dado tumbos y no hemos podido consolidarnos. Sería bueno mañana dar ese pasito para avanzar en ciertas cosas. Ojalá mañana sea el día", ha indicado.

El preparador bermellón ha admitido que en estos últimos días "los veteranos" del vestuario "han jugado un papel importante". "Es verdad que la mayoría de los jugadores tienen experiencia en ascensos o descensos, pero también hay jóvenes que no han tenido posibilidad de experimentar eso. El vestuario está bien vigilado por los capitanes y eso es positio", ha resaltado.

Aguirre, que cumplirá su noveno partido al frente del equipo, ha señalado que durante la semana han "intentado" aislarse de todo los que hay alrededor del encuentro frente a Osasuna. "Hemos, sobre todo, tratado de darle normalidad. Sabemos que no la tiene, pero con base a nuestra experiencia y a los años que llevamos en esto, no debemos cargarnos con más ansiedad ni autopresión. Rendiremos si nos concentramos y lo bueno es que no tenemos que estar pendientes de nada más", ha resumido.

El azteca ha indicado que, tanto Sedlar como Amath, se han ejercitado ya con el grupo, "pero sin embargo no podrán ayudar al equipo en el partido". "Viajarán por aquello de hacer grupo. El único que no estará con nosotros es Greif, quien está en su país realizándose un tratamiento", ha desvelado.

"La gente está convencido de que se puede ganar. Obviamente hay partidos y estadios que se te complican más o menos. Al final, mayor ilusión que nosotros no puede tener nadie", ha zanjado.