El nuevo e inesperado escenario que se le ha presentado al Mallorca en su intento por mantener la categoría, con el empate en el Sánchez Pizjuán y la derrota del Cádiz en Anoeta, ha relanzado la venta de entradas entre los aficionados mallorquinistas de cara al partido de este domingo ante el Rayo Vallecano (19.30 horas). A última hora de la tarde de este viernes únicamente quedaban unas 1.500 entradas a la venta, con tres mil despachadas.

El club calcula que la asistencia al trascendental partido ante el conjunto de Andoni Iraola puede ser similar a la registrada el pasado día 7 contra el Granada, 18.466 espectadores. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió ante los andaluces, en que los abonados podían hacerse con entradas a precio rebajado, en esta ocasión no se ha puesto en práctica esta oferta. Lo que sí juega a favor de que se registre una gran entrada es el horario del partido. Las 19.30 es mucho mejor que las 14 horas, un horario más adecuado para comer que para presenciar un partido de fútbol. Y como suele ocurrir cada vez que el Mallorca juega ante sus aficionados, cerca de tres mil abonados no asistirán al partido, el último de la temporada en Son Moix, estadio que a partir del próximo lunes iniciará la primera fase de la reforma, que empezará con la construcción de un voladizo en la tribuna sol.