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ROMPE SU SILENCIO DOS AÑOS DESPUÉS DE SU SALIDA
Entrevista

Maheta Molango: «¿Mi despido? Yo era el que daba la cara en el Mallorca»

El exconsejero de la entidad bermellona y actual presidente del sindicato de futbolistas de la Premier League afirma que el «98% del tiempo» que estuvo en el club «era sufrimiento»

«¿Mi despido? Yo era el que daba la cara en el Mallorca»

«¿Mi despido? Yo era el que daba la cara en el Mallorca» G. Bosch

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«¿Mi despido? Yo era el que daba la cara en el Mallorca» Sebastià Adrover y Elena García

¿Hay vida más allá de Mallorca?

Es verdad que somos unos privilegiados de poder vivir en una isla que no es la realidad, pero sí que hay vida, una vida diferente. Londres es como la capital del mundo. Hay todo tipo de gente, culturas y oportunidades. Creo que me he ido de un paraíso a otro. Ambas ciudades son bonitas, pero de una manera muy diferente.

¿La del Mallorca ha sido la experiencia más importante de su vida profesional?

El Mallorca es un club grande, con todo lo que eso conlleva y es una experiencia que te sirve para muchas cosas. La oportunidad que tengo ahora no la hubiera podido tener, o al menos no la hubiera enfrentado del mismo modo, sin mi paso por este club. Fueron años de muchísimo aprendizaje. Creo que el Mallorca te prepara para cualquier reto. Se puede decir que me ayudó a construir un edificio sólido.

Habla por primera vez tras su salida del club, ¿ya no hay cláusulas?

(Ríe). No era un problema de confidencialidad. Al final creo que es justo que cuando uno termina una etapa el resto tengan su espacio. Siempre he querido que respeten mi sitio y yo siempre he hecho por respetar el sitio de los demás.

¿Cuáles fueron los motivos de su despido? ¿Business es business?

En una empresa no todos tenemos que estar siempre de acuerdo en todo. La vida va de tomar decisiones y era un momento adecuado para que cada uno tomara caminos diferentes. Todo se llevó con mucha naturalidad porque al final el fútbol es así. En su momento yo también tomé decisiones parecidas y lo que esperaba del resto es que las respetaran. Cuando me tocó a mí respeté la decisión que tomaron.

¿Chocaba en algo con Kohlberg y Sarver?

Para nada. Todo es más sencillo. Al final para llegar al éxito hay caminos muy diferentes. Yo soy una persona de ideas claras y sé lo que quiero y cómo lo quiero. Si eres la persona responsable de una institución y tu visión de las cosas difiere de la del resto, lo normal es que cada uno tome su camino. Yo necesitaba estar en un sitio en el que todo el mundo estuviera alineado, porque al final el que daba la cara ahí era yo.

¿Le perjudicó estar tan expuesto?

No lo sé. Intenté siempre afrontar las decisiones, tanto las buenas como las malas, de cara. Esa es mi manera de concebir la vida: En lo bueno y lo malo siempre ir de frente. Soy consciente de que había veces que me exponía, pero creo que eso entraba también dentro de mi cargo. En el fútbol, cuando las cosas van mal, normalmente se mira al banquillo o a la directiva, mientras que cuando las cosas van bien, son los chicos los protagonistas. Eso nadie lo va a cambiar. Yo tuve la oportunidad de estar en un club histórico y me impliqué y creo que nunca nadie podrá cuestionar el grado de implicación que tuve en ese proyecto. Mis hijos son fanáticos del fútbol porque vivieron a mi lado un 3 a 0 contra el Depor. Eso es algo que nunca jamás nadie nos podrá quitarnos y que ha hecho que ellos adoren el Mallorca.

¿Le condenaron los fichajes que realizó durante el último mercado?

A toro pasado siempre es fácil el análisis. Vivimos momentos increíbles, conseguimos enganchar a la afición de una manera que hacía muchos años no se hacía y creo que formamos un grupo que lo daba todo sin pensarlo. A día de hoy tengo una fantástica relación con los jugadores: sigo en contacto con Cucho, escribo a Budimir… Al final todos ellos forman parte de la historia de este club.

Recio era corresponsable en los fichajes y, sin embargo, a él no se le señaló como a usted.

Para mí Javi (Recio) es un tío que tiene un criterio futbolístico excelente. Yo sé lo que sé, que es poco, pero tengo muy claro lo que no sé. Yo no soy director deportivo y tampoco soy entrenador, pero yo era el que daba la cara y eso siempre tiene sus pros y sus contras. Aquellos años nos rodeamos de gente entusiasta, como Anabel, Biel, Magí, Vero… Gente con ganas de hacer las cosas bien, eso era lo único que nos movía a todos.

Si pudiera volver atrás. ¿Qué no haría de lo que hizo?

Sinceramente no sabría decir una cosa en concreto. Creo que aprendimos muchísimo de los momentos difíciles y tuvimos valor de tomar decisiones complicadas. En lugar de hundirnos, le dimos la vuelta a las malas situaciones. Lo que conseguimos fue complicado. Cuando aterrizamos en la isla nos dimos cuenta de que estaba muy malito el enfermo, pero conseguimos darle la vuelta a la situación con valentía.

¿Le sorprendió la salida de Moreno al Espanyol?

Una de las cosas que aprendí durante mis años de gestión en el club fue la de cuidar mucho el comentar cosas desde fuera sin conocer los detalles. Al final siempre es más fácil estar en la oposición que en el Gobierno. No me atrevo a hacer una valoración.

Molango, ayer, durante la entrevista en la que rompió su silencio tras su despido. GUILLEM BOSCH

En el último año no había mucho ‘feeling’ entre usted y el técnico.

Eso no es verdad. Yo tenía muy buena relación con Moreno y si hicimos una elección buena en nuestros años en el Mallorca creo que fue la de contratar al míster. Nos dio muchísimo porque es un gran entrenador y lo está demostrando. Le tengo muchísimo respeto profesional, creo que es un gran entrenador y de hecho tengo una relación con él fantástica. A día de hoy seguimos hablando, con él, con Pastor, con Pendín… Creamos un grupo de gente con una química muy buena.

A Moreno no le gustó su frase: «Yo me dedico a fichar y los entrenadores a entrenar».

Seguramente hay cosas que quizás podía haber expresado mejor. Cada uno tiene su rol, pero nosotros hemos trabajado muchísimo en equipo. Teníamos muy claro el perfil que buscábamos con Moreno y si algún día se hubiera ido, habríamos buscado a alguien igual que él. Su papel era exigir, era lo normal.

Kohlberg está en Mallorca, ¿le ha visto?

No, no le he visto.

¿No tiene relación con él?

Si nos cruzamos, nos saludamos, pero no he quedado con él.

Sin embargo con Sarver sí que se vio tras el partido en el Bernabéu. ¿Tiene mejor ‘feeling’ con Robert?

Me invitó a tomar un café, pero ya está. Yo estoy muy contento de la oportunidad que me dieron en su día y muy agradecido.

Sarver está siendo investigado por la NBA por comportamiento misógino y racista. ¿Tuvo hacia usted algún comportamiento de ese tipo?

No conozco los detalles de la investigación y no puedo comentar sobre el tema, pero de lo que sí puedo hablar es de mi experiencia personal con él, y siempre fue positiva. Pudimos tener en su día diferencias de criterio profesional, pero es una persona a la que tengo muchísimo respeto y aprecio. No me siento reflejado con ninguno de los comentarios que se han dicho sobre él. Conmigo y con mi familia siempre tuvo un trato exquisito.

Si se le condenara, ¿cree que eso podría afectar al Mallorca?

Lo desconozco.

¿Los futbolistas son unos niños mimados?

Sinceramente creo que no. Se trata de una generación de chicos que tienen una visión de las cosas que va mucho más allá de lo superficial. Me he quedado muy impresionado con lo que he visto en Inglaterra.

¿Sigue hablando con algún futbolista del Mallorca?

Por supuesto. Vivimos dos ascensos muy emotivos y el éxito de ese grupo fue su calidad humana. A Xisco Campos le quiero clonar para llevármelo a todos los equipos del mundo. Tuvimos cuatro capitanes, cuatro líderes como Xisco, Salva, Raíllo y Reina, cada uno muy diferente, pero con su rol. Fueron gente muy especial.

¿O se está con Molango o se está contra Molango?

Para nada. Lo que sí que tengo son las ideas muy claras. Soy impermeable, pero al mismo tiempo estoy muy comprometido con mi proyecto y con mi gente. Albert Salas (director de comunicación del club) es por ejemplo un fichaje que cambió absolutamente todo, pero siempre tuvo total libertad para hacer y deshacer, porque si yo veía en mis trabajadores compromiso y buena fe, qué voy a discutirles.

Uno que tiene que estar agradecido a Maheta por todo lo que ha crecido dentro del club es Alfonso Díaz. Le trajo usted.

Sí.

Les unía una muy buena amistad, ¿la siguen manteniendo?

Tengo una relación normal. Al final hay que dejarle espacio a la gente para que haga lo que tiene que hacer. Logramos cosas muy bonitas juntos y ya está.

¿Qué opinión cree que tiene de usted el mallorquinismo?

Cada vez que he vuelto a la isla me han tratado súper bien. Siempre me han hecho sentir mucho cariño. Quiero pensar que tienen una buena opinión, pero al final, en ciertos cargos, no siempre vas a contentar a todo el mundo. Es un club grande, del que se esperan cosas grandes y el nivel de exigencia es alto. El Mallorca merece estar entre los diez primeros clubes de España y el aficionado mallorquinista quiere ganar siempre y además valora el esfuerzo.

¿Qué queda en este Mallorca de Maheta?

Ya son dos años… Creo que es otra etapa. Hasta el ascenso del curso pasado todavía había muchos rasgos apreciables: seguía el mismo bloque y los mismos capitanes. Pero me da la sensación de que ahora ya se está entrando en una fase diferente. Va quedando menos de lo que hicimos. Ni mejor, ni peor, diferente.

¿Sigue los partidos del equipo?

Por supuesto. Al final hay mucha gente a la que le tengo un aprecio muy especial. ¿Cómo no voy a estar contento si marca Abdón? ¡Si parece que fue ayer cuando fuimos a buscarle a su bar para que firmara! Yo soy mallorquinista, del Mallorca y me alegro de que le vaya bien al club.

¿Le veremos al frente de alguna otra entidad?

La realidad es que he estado muy cerca de firmar por otro club, pero cuando ya casi estaba a punto de aceptar la oferta, surgió la oportunidad del sindicato de futbolistas en la Premier y lo hablé con mi mujer. Pensamos que quizás era un nivel diferente de oportunidad.

No cierra puertas de todas maneras.

Sé que no es bueno para mi salud, pero disfruté mucho. Todo lo que viví en el Mallorca fue tan intenso como duro. El 98% del tiempo era sufrimiento. El examen semanal era una carga, pero lo cierto es que los dos ascensos que vivimos fueron momentos inolvidables que uno quiere volver a vivir. Ahora estoy en un proyecto muy bonito, en el que estoy disfrutando, pero la vida nunca sabes a dónde te puede llevar.

¿El Mallorca actual es de Primera?

Deseo que lo sea y si no lo es, será porque lo decidan detalles. Hay equipos buenos ahí abajo y ahora mismo sería imprudente decir tres nombres como posibles candidatos.

¿Qué le parece la reforma del estadio?

Creo que es un primer paso para entender que lo bueno que le pase al Mallorca es bueno para todo el mundo. En aquellos años yo era un abanderado de Palma, de Mallorca y de Balears y la verdad es que me daba la sensación que en otras comunidades era más fácil ir de la mano de las instituciones. Me alegro de que por fin se haya podido dar ese paso definitivo porque es una batalla que teníamos desde hace tiempo. De todas formas, todo hay que ponerlo en contexto. Entiendo que a veces los políticos tuvieran ciertas reticencias viniendo de donde veníamos. El tiempo ha hecho que los políticos se den cuenta de que esto es un proyecto real.

Sin embargo el Consell no ha permitido la residencia en Son Bibiloni.

Eso es una pena porque es un proyecto precioso y un legado para el club y la isla, con independencia de la directiva que haya. No tiro la toalla y espero que en algún momento las autoridades lo entiendan y vean el interés real que tiene.

¿Ve a esta propiedad mucho tiempo en la isla?

Sí. No veo ningún indicativo que me haga pensar lo contrario. Creo que ya es hora de que la gente lo empiece a dar por sentado.

¿Qué tal su experiencia como presidente del sindicato de futbolistas de la Premier?

Muy bien. Es el sindicato deportivo más antiguo del mundo, tiene más de 100 años de historia, con una influencia brutal: cubrimos a 55.000 jugadores. Ahora mismo contamos con 65 empleados y tenemos un presupuesto que ronda los 40 millones de euros. Es muchísimo dinero. Cuando conduces un club, solo te importan sus batallas, pero esto es emocionante porque tienes la posibilidad de influir sobre el fútbol mundial. Te da una perspectiva muy diferente. 

Maheta Molango, presidente del sindicato de futbolistas de la Premier League, ayer en el Portixol. GUILLEM BOSCH

EN CORTO

¿El fichaje del que se siente más satisfecho?

Xisco Campos.

¿Del que menos?

Sería injusto decir un nombre. Todos los jugadores que vinieron lo hicieron de buena fe y con ganas de triunfar.

¿Su mejor día en el Mallorca?

Sin duda, el 3 a 0 ante el Depor. 

¿El peor?

El descenso a Segunda B.

¿Con qué jugador se lleva mejor?

La lista es larga. El núcleo que nos llevó de Segunda B a Primera fue muy importante.

¿Qué es lo que más añora del Mallorca?

La comunión que conseguimos.

¿Y de Mallorca?

La lista es larga (ríe).

¿Premier o LaLiga?

Son dos competiciones diferentes, pero ambas fantásticas.

¿De Bruyne o Benzema?

Los dos son muy buenos.

¿Reina o Sergio Rico?

Me tengo que decantar por Reina.

¿Partidario del Mundial en invierno?

Partidario de no perder la esencia del fútbol. 

¿Sigue comiendo magdalenas en el coche?

Sí, por supuesto, aunque hay que cuidarse.

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