La junta de govern del Ajuntament de Palma ha concedido este miércoles al Mallorca la autorización para la remodelación del estadio de Son Moix al completo, que alcanzará un coste superior a los veinte millones de euros. Además, también se ha aprobado una prórroga de 25 años de la cesión del estadio, por lo que pasará a estar vigente hasta 2064 y no hasta 2039, como hasta ahora. Este es un paso más para un proyecto muy ambicioso y que empezará a cobrar forma en poco más de un mes.

Las obras de la primera fase de la reforma del estadio de Son Moix se iniciarán el 16 de mayo. El coste de esta primera fase asciende a 5,4 millones de euros y consiste en la ejecución de una nueva grada solo en la parte inferior de la tribuna de Sol, con una nueva inclinación con el fin de acercar a los espectadores a tan solo 8,5 metros del terreno de juego. De este modo, con la supresión de la pista de atletismo, se elimina la distancia actual de 25 metros en los laterales por 42 en los fondos. No habrá demolición de la grada ya que está construida en módulos. Se suprimirán y se colocarán otros nuevos.

Francisco Ducrós, concejal de Deportes de Cort, ha explicado que "es una gran oportunidad para contar con uno de los estadios más modernos de España. Para la ciudad y para el deporte es una buena noticia, que pondrá a Palma al frente en el ámbito deportivo europeo".

El derecho de prórroga de uso de Son Moix que ostenta el Real Mallorca está previsto en el convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento y el club el 15 de diciembre de 1997. En el documento se fija un período de duración inicial de cuarenta años, prorrogables veinticinco años más.

El proyecto de remodelación implica la construcción de gradas alrededor del terreno de juego y encima de la actual pista de atletismo formando un anillo completo conectado con las actuales gradas altas de tribuna y Sol. La novedad es que esta última contará con un voladizo, por lo que 6.656 espectadores se resguardarán de la lluvia, y del sol en épocas de altas temperaturas. La capacidad del estadio será de unos 23.000 espectadores.  

La idea del Mallorca, que ha encomendado las obras de reforma a la arquitecta Izaskun Larzabal, la misma que remodeló el estadio de Anoeta, es comenzar las obras al día siguiente de que dispute su último partido de Liga como local, el fin de semana del 14 y 15 de mayo ante el Rayo Vallecano. Y es que el club quiere tener finalizadas las obras de esta primera fase antes del inicio de la temporada 22-23, que empieza a mediados de agosto. De esta manera dispondría de tres meses, tiempo que se considera suficiente. En el caso de que las obras no hubieran finalizado, el Mallorca solicitaría a LaLiga comenzar el campeonato lejos de Son Moix, e incluso el segundo partido, como ya hiciera en su día la Sociedad Deportiva Huesca cuando remodeló su estadio con motivo del ascenso a Primera.

La segunda fase de la remodelación del estadio consistirá, en cuanto Cort otorgue la licencia, en remodelar el Gol Norte, obras que llevarán toda la temporada. En los días de partido se instalará una lona y la Grada Lluís Sitjar pasará al Gol Sur. En verano de 2023 se afrontará la tribuna cubierta y en enero de 2024 el Gol Sur, con lo que se completaría las obras. 

La reforma integral del estadio costará unos 20 millones de euros, desembolso que correrá a cargo del Mallorca. Este dinero procede del fondo de inversión CVC, que se ha hecho con un ocho por ciento de los derechos de televisión de LaLiga (400 millones) para los próximos cincuenta años.

La sintonía entre el Mallorca y Cort ha sido total desde el inicio de las conversaciones, que comenzaron el verano pasado. Desde entonces se produjeron cinco reuniones.