El presidente del Mallorca, Andy Kohlberg, reaparecerá el próximo 2 de abril, en el trascendental partido que el equipo disputará contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz. Tras el encuentro, e independientemente del resultado, Kohlberg regresará con el equipo a la isla, donde analizará la situación de Luis García. A Kohlberg no se le ha visto en Palma desde el pasado 2 de enero, con motivo de la visita del Barcelona al Visit Mallorca Estadio. Previamente había asistido en diciembre al triunfo en el Wanda Metropolitano y, a la semana siguiente, al empate sin goles en Palma contra el Celta.
La posición de Luis García en el club ya no es indiscutible. Y el propio entrenador es consciente de que una derrota ante el conjunto de Quique Sánchez Flores precipitará su salida casi con toda seguridad.
Kohlberg, que está en permanente contacto por videoconferencia con el CEO de negocios del Mallorca, Alfonso Díaz, solo tomará la decisión de la destitución de Luis García si la propuesta llega del director deportivo Pablo Ortells. Este, amigo de Luis García desde que coincidieron en el Villarreal, se verá obligado a tomar una drástica decisión en el caso de que el equipo no reaccione en Getafe y corte de raíz la nefasta racha de resultados, con cero puntos de los últimos dieciocho posibles.
La propuesta del cambio de entrenador a la propiedad debe llegar de Pablo Ortells, amigo de Luis García
La situación del entrenador, que se sabe débil, empieza a ser insostenible. Pese a que la afición no ha expresado su malestar con ninguna pitada al técnico, las redes sociales son un clamor contra un Luis García que parece haber perdido el control del vestuario. Dado a expresar su opinión de todo, se contradijo en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Espanyol al decir que la responsabilidad de la falta de resultados es suya y que no quería culpabilizar a ningún jugador en público, para a continuación recordar los errores de Baba y Antonio Sánchez en el gol de Raúl de Tomás.
El Mallorca entró el pasado domingo en descenso por primera vez en la temporada, ahora a un punto del Cádiz, que superó al Villarreal en el último minuto. En el año del descenso a Segunda, Sarver, siempre reacio a movimientos en los banquillos, mantuvo a Vicente Moreno.
