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Fútbol

El Mallorca toca fondo ante la Real Sociedad (0-2)

El conjunto rojillo encadena su tercera derrota en un partido en el que solo tiró una vez a puerta, a cuatro minutos del final

Maffeo controla el balón en presencia de Oyarzabal.

La primera premisa para afrontar un partido es contar con un plan, y el desarrollo del mismo te conducirá por un lado u otro. El gran error del Mallorca, de un Luis García que siguió el duelo con la Real Sociedad desde un pupitre de la grada junto al analista Raúl Gallego, en su primer partido de sanción, fue que no sabía a lo que jugaba. Con el paso de los minutos, el conjunto donostiarra se fue haciendo con el mando del encuentro casi sin querer, ante la impotencia de unos jugadores rojillos que todavía se buscaban.

Se le ha acabado el comodín del partido aplazado al Mallorca. Ahora sí, son cinco puntos reales sobre el descenso tras sumar su tercera derrota consecutiva, tras las encajadas ante el Betis y el Valencia. La Liga está a punto de entrar en las diez últimas jornadas, las que realmente cuentan, como siempre recordaba el añorado Luis Aragonés, y el equipo ha entrado en una pájara más que preocupante. Diferente el partido ante la Real que contra el Valencia, los errores se han acentuado ante el conjunto de Imanol. Con nulo peligro ante la portería rival, las sensaciones son peores.

Con lo mucho que se jugaban, colocarse a ocho del descenso y lograr una relativa tranquilidad, no daba la sensación de que los jugadores estuvieran metidos en el partido. Faltó punch, garra, convicción de que la victoria era posible ante una Real con hasta siete bajas, pero con jugadores capaces de marcar la diferencia, como Oyarzabal, Mikel Merino o el incombustible David Silva, un jugador por el que parece no pasar los años.

Suyo fue primer gol, en el minuto 35, en una jugada iniciada por él, la pasa a Merino y este de nuevo al canario, que bate sin problemas a Sergio Rico. No se puede decir que el triunfo parcial de la Real fuera injusto. Jugaba con criterio y siempre sabiendo lo que tenía que hacer. Todo lo contrario que su rival, perdido, desubicado, buscándose y no encontrándose, y con Muriqi perdido entre la defensa rival.

Y es que Luis García optó por cambiar el sistema. Ángel se quedó en el banquillo y entró Amath para reforzar el centro del campo. Nadie le puede negar su entrega al senegalés, pero poco más. Muchas veces diferencial en Segunda, en Primera apenas aporta nada en bien del equipo.

El kosovar necesita a alguien que le acompañe a su lado. Ni la olió mientras estuvo solo, entre otras razones porque no le llegaban balones. Lo mejor que podía pasar era que se llegara al descanso, porque los vascos buscaban la sentencia, primero con Sorloth y después con Oyarzabal.

El Mallorca entró con otro brío, con otra actitud, a la segunda parte. Presionaba arriba y se anticipaba a una Real que ya no se encontraba tan cómoda. Tuvieron su ocasión los rojillos en el minuto 54 cuando Pachecho se anticipó a Muriqi cuando se disponía a rematar un centro de Dani, y Kubo rematando fuera con el portero Remiro, tendido sobre el césped, batido.

Pero cuando mejor jugaba el Mallorca, sin lanzar cohetes, llegó el segundo gol de la Real. Fue en un saque de esquina que cabeceó Merino, Raíllo despejó mal y de nuevo el navarro remató a placer para batir a Sergio Rico. Faltaba media hora y el partido estaba sentenciado.

Luis García, tan desafortunado como sus jugadores, optó por los cambios, que llegaron tarde. Dos cambios cuando menos sorprendentes. Llabrés y Hoppe, que ni se acuerdan de cuándo jugaron por última vez, entraron por Salva y Amath. Nada cambió porque la Real iba sobrada con la calidad de sus jugadores, por encima de todos Silva y Merino. Lo que quedó hasta el final fue la más clara demostración de impotencia del Mallorca, que deseaban que el partido se acabara.

Luis García debe recapacitar. Cuando el equipo ha rendido desde la llegada de Muriqi es con un 4-4-2 para que el kosovar se sienta acompañado. El equipo se le ha venido abajo y tendrá que darle una vuelta de tuerca para recomponerlo. El partido de este miércoles, entre los peores del campeonato, si no el peor, ha supuesto un bajón que deja muchas dudas. Son siete derrotas de los últimos nueve partidos. Se ha perdido una buena oportunidad de abrir hueco con las plazas de descenso, y el calendario inmediato, con el Celta y el Real Madrid, no invita precisamente al optimismo.

 ALINEACIONES

0 REAL MALLORCA: Sergio Rico; Maffeo (Gio, m.79), Valjent, Raíllo, Oliván; Antonio Sánchez (Baba, m.79), Salva Sevilla (Hoppe, m.67), Dani Rodríguez, Kubo (Kang, m.70); Amath (Llabrés, m.67) y Muriqi.

2 REAL SOCIEDAD: Remiro; Aritz (Sola, m.70), Le Normand, Pacheco, Gorosabel (Zubeldia, m.79); Merino (Illarramendi, m.85), Guevara (Zubimendi, m.46); Portu (Djouahra, m.70), Oyarzabal; Silva, Sorloth.

GOLES: 0-1. David Silva a pase de Mikel Merino (m.35); 0-2. Mikel Merino tras un mal rechace de Raíllo a la salida de un córner (m.61).

ÁRBITRO: Melero López (Comité Andaluz). TARJETAS AMARILLAS: Merino (m.51), Remiro (m.75).

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