“Es el Mallorca de su corazón. Él vive y se desvive por este equipo. Esos colores los lleva en la sangre”. Abdón Prats es mucho más que el 9 del Real Mallorca. En un emotivo reportaje emitido por la LaLiga, el ente que preside Javier Tebas hace un recorrido al intenso vínculo que unen al delantero de Artà con el conjunto bermellón. Sus abuelos, su madre, su tío y un entrenador que tuvo Abdón en prebenjamín recuerdan sus inicios y hablan de todo lo que significa el Mallorca para el futbolista de 29 años.

“Era un niño muy inquieto que siempre andaba con la pelota. Solo vivía por y para ella”, recuerda su abuela, Catalina Cervera, desde su domicilio en Artà. “Yo le preguntaba: ‘Abdón, ¿y tú que vas a ser de mayor?’ Y el me decía: ‘Mamá, futbolista’. Cuando quería algo luchaba por ello y no paraba hasta obtenerlo”, rememora por su parte Isabel Bastidas, madre de Abdón.

“De pequeñito ya destacaba por su fuerza, por su envergadura y por su poderosa zurda. Era un jugador diferente en todos los sentidos, más listo que los rivales”, destaca por su parte Kike Darder, entrenador de prebenjamín del Artà cuando Abdón empezó a hacer sus primeros pinitos en el fútbol. Tras jugar en el club de su pueblo se marchó a Inca y posteriormente el Cide fichó al futbolista por sus grandes cualidades. Poco tiempo después fue el Mallorca quien se fijo en Abdón y lo introdujo en su cantera.

“Cuando fichó por los juveniles del Mallorca él vivía en mi casa con mi familia en Palma”, recuerda su tío y exjugador del conjunto bermellón, Toni Prats. “En mi época en el Betis recuerdo que lo llevaba a veces a entrenar a la Ciudad Deportiva y con solo diez u once años ya hacía piques con Denilson para darle al larguero”, señala el exfutbolista bermellón.

Tras debutar en Primera con solo 19 años y verse obligado a abandonar la isla para buscar fortuna por otros equipos de la península (Burgos, Tenerife, Mirandés y Racing de Santander), en el verano de 2017 Abdón vuelve a fichar por el Mallorca cuando el club toca fondo en Segunda B. Desde su regreso ha vivido tres ascensos y un descenso y se ha convertido en uno de los héroes del mallorquinismo.

“Abdón tenía entre ceja y ceja meter el gol que le daría el ascenso del equipo a Primera”, cuenta su abuela. “Creo que es un momento que quedará siempre en la historia y que todos los mallorquinistas lo vamos a recordar toda la vida. Dentro de 50 años aún se hablará”, asegura su tío. “Si la noche de Sant Joan ya es de por sí mágica en Mallorca, él puso la guinda a ese momento. Es el Mallorca de su corazón, él vive y se desvive por él. Esos colores los lleva en la sangre”, zanja su madre.